La periodista de Telecinco ha puesto en evidencia a Podemos por su apoyo a Pablo Hasél y sus continuos ataques a los medios de comunicación
Ana Rosa Quintana ha cargado este jueves en su monólogo diario contra Unidas Podemos y su líder, Pablo Iglesias.
En primer lugar, la líder de la parrilla televisiva matutina se ha referido a los manifestantes violentos que este miércoles protagonizaron disturbios y enfrentamientos con la policía en ciudades como Madrid, Barcelona o Granada, en el contexto de las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél. «Aseguran que defienden la libertad de expresión. Eso sí, quemando calles y saqueando comercios de ciudadanos arruinados por la pandemia«, ha señalado Ana Rosa.
La periodista de Telecinco también ha apuntado la actitud de Podemos ante esta polémica: «Podemos pide el indulto de una persona que defiende el asesinato y Echenique escribe en Twitter: ‘Mi apoyo a los jóvenes antifascistas que piden libertad de expresión en las calles'».
Asimismo, Ana Rosa ha cargado contra Pablo Iglesias y su actitud hacia los periodistas. «Mientras asegura que no hay libertad de expresión, Iglesias exige en el Congreso la mordaza para los medios de comunicación críticos porque dice que tienen más poder que él. Asegura que los ciudadanos no tienen ningún control democrático sobre la prensa y que a los políticos los eligen los ciudadanos cada cuatro años», ha resumido la presentadora.
«Señor Iglesias», le ha dicho Ana Rosa directamente a Iglesias, «a mí me eligen cada día, cada hora, cada minuto, porque no hay nada más democrático que el mando a distancia, y a usted lo ha elegido como vicepresidente Pedro Sánchez. Si a nosotros [a los medios] no nos quisieran, no duraríamos ni un telediario».
En este sentido, Ana Rosa ha tirado de hemeroteca y ha recordado unas declaraciones en las que Iglesias reclamaba el control sobre los medios. La estrella de Mediaset ha concluido diciendo que Iglesias «creció gracias a sus intervenciones como colaborador en esos medios que ahora quiere amordazar con un control democrático al estilo de Venezuela. Porque lo que quiere es un ‘Aló, vicepresidente’ y no se lo dan, por eso se cabrea».
