La Sexta ha cubierto de modo peculiar el atentado del otro día en Algeciras. En lugar de hablar del crimen en sí y de sus antecedentes, han optado por hacerlo sobre otra cosa. Cito textualmente: «Los cristianos también han matado en nombre de la religión: ¿cuáles han sido los casos más recientes?». ¿Por qué comentar lo de Algeciras pudiendo comentar lo malo que es el cristianismo?
Alguien dirá que esto es una infamia. Yo le daré la razón, pero apostillando, eso sí, que la infamia tiene su punto positivo. Cuando los analistas de La Sexta afirman que los cristianos también han matado en nombre de la religión, hacen algo más importante que eso: contradicen el relato oficial de la desgracia. Reconocen —implícitamente, claro, involuntariamente, seguro— que el sacristán no «falleció», que el sacristán fue asesinado. ¡Es un avance! Ya no hay una muerte espontánea, sino un asesinato.
Pero hay algo más. La Sexta dice que «los cristianos también han matado en nombre de la religión». Fijémonos en ese «también». ¿Quiénes son los otros que han matado en nombre de la religión? ¿Está insinuando La Sexta que los musulmanes han matado en nombre de la religión?
Esto es un avance aún más rotundo. Antes del reportaje de La Sexta el islam era una religión de paz y los musulmanes no mataban. ¿Recuerdan ustedes? Los atentados los cometían lobos solitarios, enfermos mentales, fanáticos, intolerantes, gentes incapacitadas para vivir en los regímenes democráticos que nos hemos dado… Pero nunca musulmanes.
La verdad es una cosa tan seria que incluso quienes quieren eclipsarla, ¡que incluso La Sexta y sus analistas!, terminan avivando su esplendor.
