A los 41 años, el jugador español de baloncesto más importante de la historia pone fin a una carrera de leyenda
Un 5 de octubre de 2021, el E.T. del baloncesto español y mundial (como le apodó por y para siempre el inolvidable Andrés Montes) decidió que había llegado el momento de coger su nave espacial y, a los 41 años, volver a casa. Regresar, por lo menos, al mundo terrenal que, sin saberlo cuando todo empezó, abandonaría poco a poco una vez que el balón de baloncesto y él se hicieron uña y carne. Sabíamos que este día llegaría, pero no por ello duele menos afrontarlo: Pau Gasol Sáez, nuestro mejor exponente en el deporte de la canasta a nivel internacional y sin duda entre los grandes elegidos deportivos de la historia en términos españoles, se retira.
En un Gran Teatro del Liceo de Barcelona ambientado, cómo no, con la ópera que tanto le gusta, rodeado y arropado por todos (tanto los que podían y debían estar como los que se emocionaron, y a buen seguro que fueron muchos, desde sus casas) y sin que las lágrimas pudiesen ser contenidas, nuestro extraterrestre baloncestístico anunció que lo deja: ya era leyenda, pero hacía falta ponerle un punto y final memorable a una historia deportiva prácticamente irrepetible.
«Me voy a retirar del baloncesto profesional. Es una decisión difícil después de tantísimos años, pero meditada. Hay que cambiar de marcha y saber disfrutar. Una de las cosas que quería era acabar jugando y disfrutando. No por una lesión, en muletas y con operaciones. Habéis contribuido a que eso fuera una realidad: ganar una Liga más con el Barça y luego jugar unos quintos Juegos Olímpicos con mis compañeros es algo muy especial», ha oficializado Gasol durante un acto en el que los aplausos nunca han dejado de ser multitud.
«De joven me dijeron ‘Lo importante no es sólo llegar, es mantenerse’. Yo nunca he intentado mantenerme, he intentado ser mejor. Mejorar y crecer cada día y no ponerme límites. Y que nadie me los pusiera. Nada en la vida es importante si no formas parte de un grupo, un equipo. Nada que consigas solo tiene mérito relevante«, cree también con fervor un Pau más que preparado para la nueva vida que le espera a partir de ahora.
Sus desafíos profesionales van a estar a la altura del legado que deja en las canchas: miembro del COI (Comité Olímpico Internacional) como representante de los deportistas, asesor y embajador del Barça, miembro del Consejo Asesor del Deporte Español, la fundación que atesora junto a su hermano Marc, su academia de baloncesto, filantropía, asesoría a empresas…
El palmarés que deja tras de sí Pau Gasol no puede ser más espectacular. Hablamos de hitos como dos anillos de campeón de la NBA, un Mundial, tres Eurobasket, dos platas y un bronce en los Juegos Olímpicos, tres ACB… Los títulos y medallas le sobran a lo largo de un camino labrado en equipos de la talla del Barça, seis franquicias NBA (con Los Angeles Lakers llevándose la palma entre todas ellas) y la selección española, disfrutado siempre en presente y «con la gente que queremos».
Medios de comunicación, aficionados, fisioterapeutas, entrenadores, compañeros, familia… Nadie ha caído en el olvido a la hora del adiós. Tampoco un Kobe Bryant tan elogiable como Pau y que quizá ha causado el momento más emotivo de todo el acto, digno de la calidad profesional y personal del mayor de los Gasol. El agradecimiento, aunque casi no haga falta ni decirlo, es y será eterno.
