viernes, abril 26, 2024
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Semana intensa de declaraciones en el caso ‘Kitchen’ con Cospedal y Villarejo entre los imputados

El exjefe de la UDEF será el primero en ser interrogado por la supuesta operación de espionaje parapolicial al entorno de Luis Bárcenas

El comisario José Luis Olivera, que dirigió la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, declara este lunes como imputado en el caso Kitchen, en una intensa semana de interrogatorios en la que también está previsto el de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal.

Imputado por malversación, prevaricación y «otros delitos», Olivera está citado en la Audiencia Nacional para declarar sobre la supuesta operación de espionaje parapolicial al entorno de Luis Bárcenas, presuntamente urdida en 2013 desde el Ministerio del Interior en busca de documentos que podían perjudicar al PP.

Su comparecencia supone la antesala de otras cinco programadas esta semana: el martes está citada Cospedal; el miércoles su marido, Ignacio López del Hierro y su exjefe de gabinete, José Luis Ortiz; y el jueves el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y el excomisario José Manuel Villarejo, todos ellos imputados.

Exjefe de la UDEF y exdirector del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Olivera fue imputado recientemente después de que el inspector jefe Manuel Morocho, principal investigador de la trama Gürtel, le involucrase en las presiones que dijo haber sufrido para apartarle del caso.

Morocho relató una conversación en la que Olivera le ofreció un puesto en Lisboa y en la que éste dijo recibir una llamada del exministro Fernández Díaz. Esa oferta aparecería reflejada en las agendas con apuntes como «MOROCHO-LISBOA», junto a «CHISCO» (presuntamente Francisco Martínez).

El nombre de Olivera, ahora en segunda actividad, ha aparecido en numerosas ocasiones a lo largo del sumario, no sólo en las agendas de Villarejo, sino también en las conversaciones que éste grababa y cuyos audios inundan la causa.

En algunas Villarejo aludía a él como su «tronco» o le apoyaba para conseguir que ascendiese a Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía porque «se ha pasado toda la puta vida haciendo favores, macho, a esta gente», como dijo en una de 2017. Algo que, pese a sus supuestas maniobras, no consiguió.

En ese mismo encuentro, según el sumario, Villarejo mencionó un episodio de 2009 en el que ambos –«emboscados en el puto coche para que no nos mordieran»– traicionaron al exministro Alfredo Pérez Rubalcaba para «el tema de la Gürtel de los cojones».

La Fiscalía sospecha desde hace tiempo que Olivera no sólo pudo conocer «la puesta en marcha y ejecución» de la operación Kitchen, sino que también habría indicios de su supuesta implicación en «una especie de ‘control de daños’ que para el PP pudieran derivarse» del caso Gürtel.

Cree que hay documentos que «pondrían de manifiesto unos posibles acuerdos económicos» entre la «organización criminal investigada que pivota en torno al Grupo Cenyt», propiedad de Villarejo, y Olivera, en virtud de los cuales éste «habría amparado las actuaciones ilícitas» del excomisario, «facilitándole información de operaciones policiales secretas» o «permitiendo su planificación y ejecución a pesar de conocer su carácter ilícito».

En su comparecencia en la comisión Kitchen en el Congreso el mes pasado, Olivera negó haber beneficiado al PP o a «ningún partido» y aseguró que fue cesado «por investigar la Gürtel».

Fuente: EFE

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