«La elección de la vacuna no puede establecerse por elecciones individuales», remarca el departamento que dirige Carolina Darias
El Ministerio de Sanidad descarta que a las personas de menos de 60 años que recibieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca les pueda ser administrada la segunda si así lo desean. La decisión afecta a más de dos millones de ciudadanos que fueron inmunizados con el primer pinchazo del antídoto anglosueco, todos ellos considerados trabajadores esenciales.
«Debe recordarse una vez más que la elección de la vacuna no puede establecerse por elecciones individuales, sino que debe basarse en la eficacia y la indicación para los diferentes grupos de población», apunta Sanidad en el documento que recoge la última actualización del plan de inmunización.
Con todo, Sanidad supedita un posible cambio de decisión a que «se vaya actualizando y ampliando la evidencia científica, las evaluaciones de la EMA y en comunicación con otros países de la UE».
Entonces, ¿qué ocurrirá con esos dos millones de españoles ‘a medio vacunar’? Las tres posibilidades que plantea Sanidad son dejarles sin la segunda dosis y confiar en el 70% de inmunidad que confía una sola inoculación (en línea con la estrategia británica); hacer obligatorio para todos el segundo pinchazo con AstraZeneca; o inyectarles una segunda dosis de Pifzer o Moderna. Vamos, que no descarta ninguna opción.
