Desde ‘El Liberal’ hemos consultado fuentes ministeriales y ordenado los hechos cronológicamente para facilitar la comprensión de este asunto
Para comprender lo que ha pasado tras las cartas con cartuchos de bala y amenazas de muerte dirigidos al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, debemos recapitular y centrarnos en los datos.
Después del revuelo mediático que se ha generado, y del partido que Podemos e Iglesias han intentado sacarle a dichas amenazas, posiblemente algunos detalles se hayan quedado en la sombra y hayan pasado desapercibidos.
Conviene, por tanto, consultar las fuentes ministeriales por lo que desde ‘El Liberal’ nos hemos puesto en contacto con algunas de ellas y hemos decidido ordenar los hechos cronológicamente para facilitar la comprensión de este asunto.
Jueves 22 de abril
El ministro del Interior, Grande-Marlaska, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, informan de que han recibido unas cartas con cartuchos de balas y amenazas de muerte. En el caso de Marlaska, la carta comenzaba afirmando: «Tiene diez días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó». Iglesias, según denunció adjuntando una fotografía, recibió una más personalizada: «Has dejado morir a nuestros padres y abuelos, tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota«.
Tras ello, los afectados denuncian los hechos ante la Policía e Iglesias, sumergido en plena campaña electoral para presidir la Comunidad de Madrid, se permite hacer públicas las amenazas en sus redes sociales, publicando un tuit.
Desde entonces, el hecho ha suscitado sospechas y críticas, entre ellas, de muchos policías que han mostrado su rechazo a la actitud de Iglesias por su modo de gestionar la situación ya que podría haber dificultado la investigación al haber dado a conocer el contenido y han dado algunas claves para abordar el incidente:
La primera: este tipo de amenazas de muerte, en forma de carta, son algo habitual a políticos mediáticos (y no tan mediáticos). Un ejemplo: la que fuera candidata de Vox por Navarra, Irene Gorricho, recibió una amenaza de muerte similar. Eso sí, en su momento, no lo hizo público para buscar rédito político.
La segunda: la forma en la que Iglesias ha manejado este suceso. La asociación ‘Una Policía para el s. XXI’ ha insinuado que «esta amenaza ha podido ser utilizada como estrategia política» después de que el candidato hiciese públicas en redes las amenazas comprometiendo la investigación policial. Por otro lado, también ha sido criticada su forma de actuar ante los medios tras el incidente.
Fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por ‘El Liberal’, han mostrado su incredulidad ante los hechos, sin saber cómo justificarlos ya que la seguridad destinada para detectar este tipo de mensajería en los ministerios es, según apuntan, clara e inequívoca, por lo que la información de que los sobres lograron entrar en las dependencias del Ministerio del Interior hace poner en duda la procedencia del contenido.
Muchos han llegado a insinuar que esto es una estrategia preelectoral destinada a brindar protagonismo a Iglesias, que estaba registrando unos discretos números en las encuestas electorales.
Viernes 23 de abril
Tras la publicación del tuit de Iglesias, solo era cuestión tiempo que llegara el aluvión de mensajes de apoyo y condenas a las amenazas. Todos los partidos condenaron la violencia, aunque Vox quiso hacer un matiz con su característica falta de mano izquierda: «Condenamos la violencia, pero… de Iglesias ya no nos creemos nada«.
Esta puesta en duda de la procedencia de las cartas ha sido criticada por buena parte del arco parlamentario, y directamente tachada de «actitud neofascista» por algunos medios de comunicación, como la Cadena SER.
Tras ello, empezó la nueva campaña de Iglesias por los diferentes medios de comunicación, con las amenazas como titular principal. Comenzando por ‘La Hora de la 1’, donde las amenazas eclipsaron su entrevista electoral, Iglesias aclaró en la cadena pública que no compartiría ningún espacio con Vox sino se retractaba de la puesta en duda de las amenazas.
El debate de la SER
El debate de la SER fue el escenario principal de Iglesias. El candidato de Unidas Podemos llegó al plató con el resto de los candidatos, y después de que la cabeza de lista de Vox, Rocío Monasterio, volviese a poner en duda la verosimilitud de las amenazas, Iglesias aseguró que, si su rival continuaba en el estudio, él tendría que salirse.
Finalmente, Iglesias abandonó el debate, protagonizando el espectáculo que ocupó las cabeceras de todos los medios. La actuación de Iglesias le costó el debate a la Cadena SER, ya que los candidatos del PSOE y Más Madrid, Ángel Gabilondo y Mónica García, también se negaron a debatir con la formación verde.
Fruto de esta ‘confrontación’ entre Unidas Podemos y Vox ha llegado también la cancelación del debate previsto para este lunes en La Sexta, que Atresmedia ha anunciado que no se celebrará tras «evaluar los acontecimientos sucedidos».
Sábado 24 de abril: incredulidad en los sindicatos
El diario ‘ABC’ adelantaba este sábado que los grupos sindicales de Correos enviaron una carta mostrando su incredulidad y su «extrañeza» ante los hechos. En la misiva se afirma que el sector cuenta con muchas medidas de seguridad que sirven precisamente «para impedir que un servicio público como el nuestro fuese utilizado para otros fines diferentes a su función«.
Lunes 26 de abril: la SER se convierte en el escenario de apertura y cierre del incidente
La negativa a participar en debates, quita a los ciudadanos un derecho y muestra lo mal que la izquierda ha medido su reacción, dándole a Vox un protagonismo total en la campaña que, además, gusta a sus seguidores.
Encima, la entrevista a Iglesias este lunes en el mismo escenario que abandonó abruptamente el pasado viernes, revela la auténtica intención del candidato de Podemos con este asunto. De treinta minutos de entrevista dedicó tan solo unos segundos a hablar de la amenaza y de las balas y el resto a insistir que empieza una nueva campaña electoral en Madrid, cosa que el ansiaba al verse como actor secundario en este momento electoral. Sin embargo, las últimas encuestas en esta lluviosa semana previa a los comicios siguen sin dejar a Iglesias bien ubicado, pero como se suele decir, «nunca llueve a gusto de todos».
