sábado, abril 27, 2024
sábado, abril 27, 2024

La fiscalidad y la igualdad de género

Al leer la introducción del Libro Blanco sobre la Reforma Fiscal que ha hecho público el Ministerio de Hacienda, detecté algo inaudito. Entre los encargos realizados por María Jesús Montero a sus expertos fiscales figura “… obtener un análisis del sistema tributario ópimo … desde el punto de vista de la equidad interpersonal, territorial y de género”

Reconozco que me llevé una sorpresa descomunal. Jamás en mi vida había oído hablar de la igualdad (o desigualdad) de género en materia fiscal. Para mí era -es- algo nuevo, un concepto absolutamente creativo y, en mi opinión, ayuno de cualquier racionalidad. 

Tampoco conozco ninguna disposición de nuestro Ordenamiento tributario que diferencia la tributación por razón del género del obligado por el impuesto. ¿A qué podía referirse el Ministerio de Hacienda con semejante encargo? Consideré que mi desconocimiento era culpa mía y decidí esperar pacientemente a conocer el trabajo de los expertos para que, con su análisis, me sacaran de mi ignorancia.  Era posible que la equidad de género fuera un concepto emergente de la Teoría de la Hacienda Pública que yo desconociera. También podría ser que la ministra Montero estuviera innovando la citada doctrina científica

Ante las dudas expuestas, abordé con entusiasmo e interés la lectura de las propuestas que realizan los expertos fiscales con el fin de salir de mi ignorancia. El caso es que, leídas las 118 propuestas contenidas en el citado Libro Blanco, no he encontrado ninguna que aborde la equidad tributaria de género. Tampoco cualquier referencia al estado de posible igualdad o desigualdad existente en la fiscalidad por razón de género

Lo anterior me ha provocado otra sorpresa y de nuevo ésta ha sido también de tamaño descomunal, Inmediatamente pensé que una de dos: O los expertos han incumplido flagrantemente lo que se les encargó; O el encargo realizado por la Ministra de Hacienda es -fue- un monumento a la idiotez. 

Pensándolo un poco más, no existe la disyuntiva, han sucedido ambas cosas a la vez. El incumplimiento de los expertos es evidente, pues en sus propuestas propone nada sobre la cuestión ni tampoco se refieren a ella. Pero es que cumplir el mandato encargado hubiera sido deslizarse por el abismo de la irracionalidad más absoluta y provocar una rechifla general. Ante semejante riesgo y, operando con sentido común, en este punto los expertos han desoído el mandato recibido. Que una cosa es obedecer la orden de proponer el mayor impuestazo de la Historia de España –existen 43 propuestas de subidas fiscales- y simultáneamente recomendar la quiebra de la autonomía financiera de las Comunidades Autónomas, y otra hubiera sido destinar alguna propuesta a tratar la igualdad fiscal de género. Los expertos se han negado a convertirse en el hazmerreir de la comunidad hacendística y … de la no hacendística, lo que habría sucedido de cumplir este mandato de María Jesús Montero.

Pero es necesario volver al inicio ¿Qué se pretendía entonces al encargar un estudio de la equidad tributaria de género? Solo imaginar que la Ministra de Hacienda desconoce que el género no se utiliza para modular la carga tributaria de los españoles da escalofríos. Pero imaginar que María Jesús Montero anhelaba que con la reforma a realizar se empezara a utilizar el género para graduar la imposición de los contribuyentes los provoca aún mayores. 

Yo prefiero tranquilizarme, se trató solo de una estulticia más por la que se ondeó una bandera en un tema donde no cabe ondearla. Es lo que tiene estar permanentemente y de forma casi exclusiva en el marketing político. 

Relacionados

spot_img

Colaboradores