El experto pide a la comunidad internacional que aísle diplomáticamente a la junta militar
El relator especial de la ONU sobre Myanmar, Tom Andrews, desaconsejó este lunes una intervención militar extranjera en el país asiático y pidió a la comunidad internacional que aísle diplomáticamente a la junta militar de Myanmar a la vez que trabaje con la comunidad civil.
«(… ) temo que cualquier tipo de intervención militar conduciría a una pérdida masiva de vidas», dijo Andrews en una entrevista publicada hoy en la web de la ONU y calificó cualquier solución militar de «error muy grave».
El relator especial de la ONU indicó que sería «extremadamente importante» que se celebre una cumbre de los países con voluntad de tomar acciones para proteger a la sociedad de Myanmar de forma que estas sean «coherentes, claras e interconectadas».
También instó a que la comunidad internacional apoye a los parlamentarios depuestos, ONG y organizaciones civiles opuestas a los militares, que han matado a más de 730 personas en la represión de las protestas y del movimiento de desobediencia civil desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
El pasado viernes, el movimiento civil formó un «Gobierno de unidad nacional» con la aspiración de ser reconocido como el representante legítimo del pueblo de Myanmar, frente a la junta del general golpista Min Aung Hlaing.
El portavoz de este Ejecutivo alternativo, Dr. Sasa, ha criticado que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) haya legitimado a la junta, al invitar a Min Aung Hlaing a una cumbre el próximo 24 de abril en Yakarta.
Andrews, exmiembro del Congreso de EE.UU., apeló también a la responsabilidad de proteger (abreviado R2P en inglés), un principio de acción de los países de la ONU en caso de genocidio, limpieza étnica, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
El R2P, que nació en 2005 tras la inacción de la ONU ante el genocidio en Ruanda y la guerra de Kosovo en los años 1990, contempla acciones diplomáticas como mediaciones, sanciones, embargos de armas y hasta la intervención militar como último recurso.
Crisis de refugiados
El relator afirmó que el R2P significa también ayudar a los refugiados que huyan de la violencia militar en Myanmar.
«Ya hemos visto a personas dirigiéndose a la frontera. Creo que tenemos que asegurar que los países vecinos respetan el derecho fundamental de estas personas a entrar en sus países, ya que están huyendo para literalmente salvar sus vidas de esta brutalidad», precisó.
«Y la comunidad internacional tiene que apoyar a estos países a acoger y cuidar a los refugiados», agregó Andrews, que anteriormente ha afirmado que Myanmar se encuentra bajo un «régimen ilegal y asesino» que ha podido cometer crímenes contra la humanidad.
La Organización de Mujeres Karen (KWO, siglas en inglés) acusó el mes pasado a las autoridades tailandesas de rechazar la entrada de más de 2.000 refugiados de la minoría karen, incluidos un millas de niños, que huían de los bombardeos del Ejército de Myanmar.
No obstante, las autoridades tailandesas insisten en que han acogido a al menos 500 refugiados y que están listas para recibir a quien necesite refugio.
Otros 3.500 ciudadanos de Myanmar han huido a la India, donde han sido acogidos en los estados fronterizos en contra de las instrucciones del Gobierno indio, que ordenó que se impidiera la entrada de refugiados.
Ni Tailandia ni la India son firmantes de la Convención de los Refugiados firmada en el marco de la ONU en 1951.
