miércoles, mayo 8, 2024
miércoles, mayo 8, 2024

Rusia sigue a EE.UU. y abandona un importante tratado sobre el control de ataques militares

El Tratado de Cielos Abiertos garantiza la transparencia en el control de armas de una treintena de países

La Duma del Estado (Cámara Baja) ha aprobado este miércoles la retirada de Rusia del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo multilateral para garantizar la transparencia en cuanto al control de armas en el que participan una treintena de países y del que también se salió EE.UU. el año pasado.

El Consejo de Federación o Senado de Rusia adoptará la denuncia del tratado el próximo 2 de junio, lo que implica que el país podrá dejar de pertenecer a esta alianza en torno a diciembre, según dijo hoy el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov.

Los diputados de la Duma ratificaron la denuncia del tratado después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, presentara el pasado día 11 a la Cámara Baja el proyecto de ley para salirse del acuerdo, paso que Rusia anunció en enero a la vista de la «falta de progreso a la hora de eliminar obstáculos para preservar el tratado en las nuevas condiciones», en referencia a la salida de EE.UU.

La diplomacia rusa explicó entonces que la retirada de EE.UU. del tratado «bajo un pretexto artificial» –al acusar a Rusia de haberlo violado– ha afectado el equilibrio de intereses de los restantes países miembros, dañado gravemente su funcionamiento y socavado el papel del acuerdo como instrumento para reforzar la confianza y la seguridad».

El acuerdo, en vigor desde 2002, permite a los Estados parte sobrevolar cualquier parte del territorio del resto de participantes y fotografiar desde el aire – desde Vancouver a Vladivostok – a fin de asegurarse de que sus vecinos o rivales no preparan ataques militares.

Moscú intentó salvar el acuerdo en varias reuniones en Viena con los demás socios y propuso medidas específicas para permanecer dentro del tratado y mantener su viabilidad, bajo la condición de que los restantes miembros lo cumplan estrictamente.

Rusia quería estar segura de que los datos que se recogen durante los vuelos de observación sobre los territorios de los Estados miembros solo se los quedaran los países participantes y que no fueran transmitidos a EE.UU.

También quería recibir por escrito garantías en este sentido de los demás países firmantes del tratado, pero no las recibió.

La Administración de Donald Trump anunció en mayo de 2020 la retirada de EE.UU. del pacto, medida que se hizo efectiva en noviembre del año pasado.

El argumento que esgrimió el Gobierno estadounidense para retirarse era que Rusia le impedía supervisar desde el aire sus ejercicios militares y no permitía los vuelos sobre regiones donde se cree que Moscú tiene armas nucleares que podrían alcanzar Europa, en concreto en Kaliningrado, ni tampoco cerca de las regiones georgianas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

Rusia siempre negó que violara el tratado y acusó a su vez a EE.UU. de haber sido la parte incumplidora.

Relacionados

spot_img

Colaboradores