viernes, abril 26, 2024
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Núñez Feijóo acertaba

Hace ya varios meses, con ocasión de su primer encuentro como líder de la oposición con el presidente del Gobierno, Núñez Feijóo le presentó a Sánchez varias propuestas de emergencia con las que se podía aliviar la carga que la actual crisis económica está suponiendo para las familias españolas. Una de las propuestas de Núñez Feijóo consistía en reducir el tipo impositivo que grava la transmisión/adquisición de gas natural desde el 21% al 5%. La medida hubiera abaratado en un más de un 13% el precio del gas y, consecuentemente, se habría abaratado también el de la electricidad, por lo que hubiera supuesto una rebaja evidente en la factura de la luz que pagamos los españoles. Sin embargo y como es por todos conocido, Sánchez tuvo una actitud groseramente displicente ante las propuestas recibidas y ante el proponente, al que ni siquiera tuvo a bien responderle. 

Desde entonces, no ha pasado un solo día en el que Núñez Feijóo no haya sido insultado por las huestes de la sanchezería. “No está preparado”, “no da el nivel”, “le falta sentido de Estado”, “No controla a su partido”, “Es peor que Casado” son, entre otras, las varias lindezas que le han dedicado los ministros de Sánchez y los dirigentes de su partido, siempre fervorosamente jaleados por la claque mediática sanchista. Ahora, transcurridos casi cinco meses desde que realizada la propuesta ésta fue desatendida, el Gobierno anuncia que va a reducir el tipo del IVA que grava el gas del 21% al 5%, justo lo propuesto por Núñez Feijóo. 

El análisis de lo sucedido admite dos interpretaciones y solo dos. La primera, en la que no creo,  consiste en que la rebaja del IVA que se anuncia fuese realmente inadecuada, lo que supondría que Sánchez se equivoca ahora y que, además, en su conducta haya desaparecido la lógica. No podría entenderse que habiendo acertado al despreciar la propuesta hace cinco meses por no resultar apropiada, ahora proceda a considerar que si lo es. Es ilógico mantener una cosa y la contraria. Además, estaría ahora coincidiendo con quien no está preparado, no da el nivel, no tiene sentido de Estado, no controla su partido, es peor que Casado …. La otra interpretación, que creo la correcta, consiste es que sea el propio Sánchez el que carece de sentido del Estado, pues siendo adecuada -entonces y ahora- la reducción del IVA, su anterior rechazo obedeció exclusivamente a que fuera Núñez Feijóo el que la propuso.

La gravedad del asunto es significativa, pues viene a desnudar de manera evidente el modo de comportarse que tiene nuestro presidente de Gobierno. Retrasar cinco meses la aplicación de una medida que hubiera permitido ahorrarse gastos a las familias por el único motivo de evitar dar la razón al líder de la oposición es impropio de un gobernante responsable y ético, pues supone haber antepuesto sus intereses personales y de partido al interés general. Grave, muy grave. 

Por otra parte, no es impensable imaginar que la adopción -ahora- por Sánchez de la medida propuesta ya hace meses por Núñez Feijóo está directamente vinculada con la próxima celebración de un cara a cara entre ambos en el Senado. No es impensable porque el líder popular había enunciado estos días la reformulación de su propuesta y todo apunta a que Sánchez ha querido evitar quedarse en evidencia en el debate parlamentario. Esta conducta vuelve a ser irresponsable y carente de ética, pero además implica una dosis elevada del cinismo al que nos tiene acostumbrados el presidente del Gobierno. Veremos si en el Senado, Sánchez es capaz de reconocer que hace cinco meses Núñez Feijjó acertaba y él erró o si, por el contrario, recurre a argumentos alambicados, contextuales, incidentales, internacionales … y acaba afirmando que él acertó entonces y acierta hora, aunque en uno y otro momento decidiera justo lo contrario. 

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