viernes, abril 26, 2024
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«No fue una negligencia»: EE.UU. concluye que su bombardeo en Kabul, que dejó 10 civiles muertos, no viola las leyes de la guerra

EE.UU. atacó por error un vehículo en el que pensaban que viajaba un militante del grupo terrorista Estado Islámico con explosivos

El bombardeo ocurrió el pasado 29 de agosto contra un vehículo en una zona residencial de la capital afgana próxima al aeropuerto, que fue atacado por error por las fuerzas de EE.UU. que pensaban que en él viajaba un militante del grupo terrorista Estado Islámico (EI) con explosivos.

El Pentágono anunció este miércoles que ha concluido que el bombardeo estadounidense de finales de agosto en Kabul, donde murieron diez civiles afganos, la mayoría menores, no fue una negligencia penal.

Así lo afirmó el inspector general de la Fuerza Aérea, teniente general Sami Said, en una rueda de prensa en la sede del Departamento de Defensa, donde explicó que durante su investigación no ha hallado «ninguna violación de las leyes de guerra», aunque sí que encontró «errores de ejecución» en el ataque.

El «error de ejecución» de Estados Unidos

El bombardeo ocurrió el pasado 29 de agosto contra un vehículo en una zona residencial de la capital afgana próxima al aeropuerto, que fue atacado por error por las fuerzas de EE.UU. que pensaban que en él viajaba un militante del grupo terrorista Estado Islámico (EI) con explosivos.

Este ataque aéreo se produjo tres días después de que 13 soldados estadounidenses murieran y 18 resultaran heridos en un atentado del EI contra el aeropuerto de Kabul, donde hubo decenas de víctimas afganas. Said dijo que no ha recomendado ninguna acción disciplinaria por este bombardeo erróneo, aunque remarcó que el informe que ha elaborado está ahora en la mesa de los comandantes encargados de las operaciones y de la cadena de mando para que decidan si van a aplicar algún castigo.

Un resumen de su investigación publicado este miércoles indica que «la evaluación antes del bombardeo contra individuos en la zona atacada fue inexacta». En ese sentido, Said matizó que quienes «estuvieron directamente implicados en el ataque creyeron en ese momento que estaban atacando una amenaza inminente» contra las fuerzas estadounidenses destacadas en el aeropuerto de Kabul.

Su investigación apunta que hubo varios problemas, «como errores de ejecución, parcialidad a la hora de confirmar (el objetivo) y fallos de comunicación», enumeró Said. El teniente general subrayó que en el momento del bombardeo el equipo encargado del ataque no conocía la presencia de menores en la zona, aunque en su investigación descubrió que las imágenes de vigilancia de justo antes del lanzamiento del misil mostraban al menos un menor.

El informe completo del inspector general de la Fuerza Aérea está clasificado para proteger sus fuentes y métodos. Para elaborarlo fueron entrevistadas bajo juramento 29 personas, de las que 22 estuvieron directamente involucradas en el bombardeo.

En su día, responsables del Departamento de Defensa informaron de que estaban «seguros» de que la operación desbarató «una amenaza inminente» del EI contra el aeropuerto de Kabul; incluso el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU, general Mark Milley, dijo en ese momento que era un «ataque justo».

EE.UU. culminó el pasado 30 de agosto (31 de agosto en Afganistán) las evacuaciones de sus nacionales y de sus colaboradores afganos del país centroasiático y la retirada de sus tropas tras veinte años de guerra.

Fuente: EFE

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