martes, abril 16, 2024
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El regreso talibán en Afganistán reduce las cifras de terrorismo global en un 38%

Pese a ello, el Índice de Terrorismo Global alerta de que si se omiten las cifras de Afganistán la situación ha empeorado en el conjunto del globo

El regreso al poder de los talibanes en Afganistán y el fin de su consideración como grupo terrorista contribuyó en 2022 a reducir en un 9 % las cifras oficiales de muertes en atentados en el mundo, según el Índice de Terrorismo Global (GTI, en inglés) publicado este martes.

En 2022, 6.701 personas fueron víctimas de ataques, un 38 % menos respecto al pico máximo que alcanzó el terrorismo en 2015, y se registraron 3.955 atentados, un 28 % menos que en 2021, según el informe elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).

Con todo, el documento alerta de que si se omiten las cifras de Afganistán la situación ha empeorado en el conjunto del globo, con el Sahel como la zona más castigada.

«Si dejamos de tener en cuenta Afganistán, básicamente en el resto del mundo hemos visto un incremento del 4 % en el impacto del terrorismo», señaló a EFE Serge Stroobants, director para Europa, Oriente Medio y el Norte de África del IEP.

Aunque el cambio de régimen en Kabul ha desplomado en un 58 % las muertes consideradas como víctimas de atentados en Afganistán, el país se mantiene por cuarto año consecutivo como el más golpeado por el terrorismo, con 633 muertes y 225 incidentes.

En todo el mundo, el Estado Islámico (EI) es el grupo con más ataques (410) y muertos (1.045) a sus espaldas, seguido de la milicia yihadista Al Shabab, que opera en el Este de África y causó 784 en 315 atentados.

Por regiones, el Sahel fue de nuevo la más golpeada por la violencia, con un incremento del 9 % en las muertes, que representan ya el 43 % de las víctimas de terrorismo del mundo.

En esa zona del África subsahariana se encuentran cuatro de los diez países más castigados, con una situación «especialmente preocupante» en Burkina Faso y Mali, que acumulan el 73 % de las víctimas en el Sahel.

«Estamos viendo una interconexión entre la degradación ecológica, las dificultades de gobernanza y la inestabilidad política. Todos esos factores coinciden en países como Burkina Faso y Mali, y crean el ambiente perfecto para las organizaciones terroristas», afirmó Stroobants.

El Índice de Terrorismo Global subraya que la degradación de la región ha sido «dramática», con un incremento de más del 2.000 % en la incidencia del terrorismo en los últimos 15 años.

Desde 2021, se han registrado seis intentos de golpe de Estado en la región, de los cuales cuatro tuvieron éxito, recalca el IEP.

El «uso deficiente del agua, la falta de alimentos, la polarización étnica, el fuerte incremento poblacional, las intervenciones externas y la competición geopolítica» están entre los «complejos y sistémicos» factores que han desestabilizado el Sahel, según el informe.

En cambio, la región de Oriente Medio y el norte de África registró un descenso del 32 % de muertes por terrorismo en 2022, hasta 791 víctimas, el menor número de decesos en la zona desde 2013, indica el informe, que destaca la caída «sustancial» de atentados suicidas en la región.

En Occidente, el número de ataques continuó la tendencia a la baja que comenzó en 2017, si bien este año aumentó la cantidad de víctimas.

El año pasado se contabilizaron 40 atentados terroristas, un 27 % menos respecto a 2021, que sin embargo fueron más mortíferos: el número de víctimas mortales pasó de nueve en 2021 a 19 en 2022.

Europa sufrió dos ataques calificados como islamistas y el Reino Unido registró cuatro atentados, sin víctimas por primera vez desde 2014.

«El terrorismo con motivaciones ideológicas continúa siendo el más común en Occidente», resalta el informe, que detalla que los ataques de inspiración religiosa se han reducido en un 95 % desde 2016. 

Fuente: EFE

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