viernes, abril 26, 2024
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Los demócratas expulsan de las comisiones del Congreso a la republicana que defendió las teorías de QAnon

El líder de la minoría condenó la trayectoria de la congresista Marjorie Taylor Greene, pero los republicanos rechazaron que se la apartase de las comisiones

La legisladora Marjorie Taylor Greene, que se ha adherido abiertamente al movimiento conspiratorio QAnon, fue apartada este jueves de los comités a los que estaba asignada en la Cámara de Representantes, un castigo inusual en el Congreso de Estados Unidos.

El Partido Republicano se negó a disciplinar internamente a la congresista, por lo que los demócratas usaron su mayoría en la Cámara para expulsarla del comité de Educación y del comité del Presupuesto, puestos a los que había sido designada por su propia formación. Todos los demócratas votaron contra Greene, mientras que los republicanos la apoyaron abrumadoramente (199 votos sobre 211).

En noviembre del año pasado, Greene fue elegida como una de las representantes de Georgia y se convirtió en la primera persona que llegaba al Congreso tras proclamar su fe en QAnon, un grupo formado en foros de internet y que protagonizó, entre otras personas, el asalto al Capitolio el 6 de enero, que se saldó con cinco víctimas mortales. Los seguidores de ese movimiento, que el FBI considera una potencial amenaza de terrorismo directo, creen que el mundo está dirigido por una organización de pedófilos satánicos que conspiraban para derrocar al ya expresidente Donald Trump.

Desde el principio, Greene fue señalada como una figura polémica, pero su presencia en el Partido Republicano comenzó a ser cuestionada cuando a finales de enero salió a la luz que había dado «me gusta» a mensajes de Facebook que apoyaban ejecutar a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y a agentes del FBI.

Hoy, en un discurso en el Congreso, Greene aseguró que lamentaba «algunas de las palabras del pasado». La congresista se presentó a sí misma como una «estadounidense muy normal» que simplemente se hizo eco de teorías conspiratorias antes de llegar al poder y aseguró que esa visión ya no representa sus valores.

División republicana

A pesar de que los republicanos rechazasen en la votación el castigo contra Greene, el líder de la minoría conservadora, Kevin McCarthy, quiso desmarcarse de las opiniones vertidas por la congresista por Georgia. «Déjenme ser claro —dijo— los comentarios de Greene como ciudadana privada no representan los valores de mi partido. Como republicano, como conservador y estadounidense, condeno esas visiones inequívocamente».

Esta aparente contradicción —condenar a Greene de palabra pero apoyarla en la votación— habla a las claras del dilema presente en estos momentos en el Partido Republicano. La formación se encuentra en una búsqueda de su identidad tras el final de la presidencia de Donald Trump.

Por un lado, el establishment tradicional del partido teme que esa ala más radical acabe por robarle la identidad; pero, al mismo tiempo, no tienen el valor suficiente para plantarle cara, no al menos públicamente, puesto que eso podría suponerles una pérdida de votos entre el nido de acólitos de Trump.

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