viernes, mayo 3, 2024
viernes, mayo 3, 2024

La receta de un médico de Wuhan para los países occidentales: mascarilla, lavado de manos y distancia social

El neumólogo Hu Ke, que trabajó en Wuhan en los peores momentos de la pandemia, destaca que el virus ha logrado controlarse en su ciudad gracias a la protección individual

Hu Ke es profesor de medicina pulmonar y fue integrante del equipo que comandó la lucha contra el virus en Wuhan. Recalca la importancia de la protección personal para quienes aún sufren la pandemia y cree que no se debería rechazar la vacuna china, que considera «muy segura y eficaz».

Pregunta: ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que vivió Wuhan?

Respuesta: El tiempo más difícil fue justo antes del 23 de enero (cuando el Gobierno chino decretó el aislamiento de la ciudad) y poco después. Antes de la cuarentena, el número de pacientes aumentó mucho. Después del cierre, no teníamos los recursos médicos suficientes ante el incremento de los enfermos, pero el Gobierno lo resolvió pronto. En total no fueron más de dos semanas.

Los trajes protectores y otros recursos médicos no eran suficientes pero las dificultades se superaron en un tiempo muy corto. El 24 de enero llegó ya el primer grupo de médicos y enfermeras y después comenzó a llegar ayuda por avión y tren.

En mi hospital nunca faltaron los trajes, aunque a veces teníamos que controlar su uso porque no había suficientes de recambio.

P: Hubo momentos que los hospitales estuvieron saturados y no podían atender a más pacientes. ¿La gente era atendida en sus casas?

R: En mi hospital la situación no fue tan grave, aunque leí algunas informaciones que sí hablaban de eso. Algunos no llegaban a un nivel lo suficientemente grave para ser hospitalizados y, en ese caso, la comunidad de vecinos gestionaba esos casos y les enviaba medicinas. Luego, con la construcción de los hospitales de campaña, ya fueron atendidos en esos centros. Mi hospital se transformó totalmente para dedicarse solo a pacientes de coronavirus.

P: Una vez que se abrió la ciudad y se redujeron al mínimo los casos, ¿qué medidas se adoptaron para que el virus no regresase?

R: Lo primero fue la observación de los pacientes al salir del hospital, de sus familiares y de sus comunidades. Luego los test de COVID para todos los habitantes de Wuhan. Más de diez millones fueron analizados en dos semanas, no había ejemplo en el mundo para eso. Encontramos 600 casos asintomáticos, los gestionamos y los aislamos en cuarentena. Desde entonces, en mayo de 2020, la ciudad no ha vuelto a registrar casos de COVID entre sus habitantes.

P: ¿Qué recomendaría a los países que todavía sufren duramente los efectos del virus?

R: Lo primero es la protección individual, que es muy importante, la mascarilla. Yo no tengo duda de que los países occidentales se van a curar. Pero hay diferentes opiniones sobre cómo hacerlo. Wuhan controló la epidemia en muy pocos días pero en el extranjero hay muchos enfermos. Si todos los miles de sanitarios que vinieron a Wuhan no se infectaron fue por las mascarillas y los trajes de protección.

Cada país tiene que pensar por qué China pudo controlar la epidemia en poco tiempo, con una población tan grande. Primero, protección individual, no reunirse, no salir de la casa, lavarse las manos; segundo, mantener la distancia social, y tercero, la organización de las comunidades. En China está muy avanzada, podemos pedir muchas cosas por internet sin salir de casa.

La vacuna también es importante. No estoy de acuerdo con la inmunidad de rebaño, eso tiene un coste muy alto en demasiadas muertes. Las vacunas de China son muy seguras y eficaces. Yo la recibí el pasado diciembre. Los países occidentales no deberían rechazar las vacunas chinas y pagar con la vida de sus gentes. Necesitamos proteger a la gente que está más expuesta al contagio con las vacunas.

Relacionados

spot_img

Colaboradores