viernes, abril 26, 2024
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Kadyrov, la mano de Putin

Es uno de los personajes más importantes de la Federación Rusa y de la historia de Chechenia, una república autónoma rusa del Cáucaso que posee varias peculiaridades; entre ellas ser la única región de la Federación Rusa con ejército propio y un estatus más parecido al de estado libre asociado que al de una mera república federada. En Rusia operan tres ejércitos: el ejército regular ruso, los cosacos como fuerzas auxiliares dependientes del Kremlin y los chechenos de Ramzam Kadyrov que, previo pago, luchan en varios teatros internacionales siempre defendiendo los intereses de Moscú, por lo que en realidad todos están estrechamente controlados por el Kremlin.

La diferencia es que Kadyrov, al contrario que los cosacos, posee una estructura militar basada en jerarquíes propias con sus propios mandos y un alto mando semidependiente de Moscú aunque estrechamente relacionado con el poder ruso, de hecho Kadyrov, conocedor que sin Rusia no podría sostenerse en el poder, es el primer aliado interno de Putin, su “águila” en el Cáucaso y uno de sus mejores hombres a la hora de operar en el extranjero.

Los temidos Kadyrovsky formaban un grupo paramilitar tolerado y promocionado por Vladimir Putin ya desde los tiempos del padre de Ramzam, Ahmad Kadyrov. Este grupo paramilitar está compuesto por chechenos y por otras etnias así como por algunos voluntarios bosniacos o kazajos. Paradójicamente, en la época de Ahmad Kadyrov, Chechenia gozó incluso de su propio servicio de inteligencia, el Gorets, que fue disuelto para ser reintegrado en el FSB y el SVR ruso.

En Ucrania han luchado a favor del gobierno de Novorusia (una confederación creada de la secesión de Lugansk y Donestk). Este estado de reconocimiento limitado nacido tras las protestas del Maidán se separó de Ucrania en 2014 provocando una Guerra Civil que degeneró en una guerra entre Ucrania y Rusia que comenzó en febrero de 2022. Sin embargo ya en el periodo de 2014 hasta la llegada oficial de los chechenos en 2022 se constató que entre los voluntarios rusos enrolados en las fuerzas de Novorussia que luchaban contra Ucrania había chechenos de Kadyrov.

Tras el estallido de la Guerra de Ucrania entre Rusia el mencionado país Kadyrov envió a sus tropas bajo el mando de Adam Delimkhanov, primo suyo, miembro del gobierno y de la Duma estatal y de Magomed Daudov, coronel de la policía chechena y miembro de la Duma chechena. El sector checheno, sin embargo, ha sido el más duro para los ucranianos debido a la experiencia en combate de estas tropas que, al contrario de los soldados rusos, muchos de ellos jóvenes reclutas, entre los soldados de Kadyrov se encuentran veteranos de la Primera y Segunda Guerra de Chechenia y veteranos de la insurgencia del Cáucaso por lo que la experiencia en combate hizo que los sectores chechenos fueran los que más rápido y mejor avanzaban en el terreno a pesar del lento avance de las tropas regulares rusas.

Eso ha provocado que Kadyrov haya sido muy crítico con el mando militar ruso y haya protestado ante el mismísimo Putin sobre la gestión militar de la guerra siendo que sus críticas, abiertas y manifiestas en la prensa rusa, han sido públicas siendo que, probablemente es el único político ruso capaz de criticar en semejantes términos a Putin. De hecho el mismo Kadyrov ha supervisado operaciones militares chechenas en territorio ucraniano desplazándose a las zonas de combate.

En Siria la presencia de chechenos ha sido más normal de lo que se cree. Han formado parte de al Qaeda y del Estado Islámico (ambos grupos terroristas) aunque también existen chechenos en el frente sirio del Presidente al Assad y, obviamente, forman parte del contingente ruso. Su función era doble: combatir y gestionar los territorios reconquistados comunicándose con la población civil en términos que estos pudieran entender (los chechenos son musulmanes) ya que Moscú entendió que era más sencillo que los chechenos se encargaran de estas labores sociales siendo que otra de sus misiones era eliminar al máximo número posible de chechenos islamistas tanto en Al Qaeda como en DAESH para evitar que eventualmente pudieran retornar y causar problemas en la región, sacudida durante dos décadas (de 1990-2010) por el yihadismo.

Ramzam Kadyrov pidió que se enviaran a los Spetsnaz chechenos (Kadyrov, en el ejército checheno tiene fuerzas especiales también) para luchar en Siria en el frente del Presidente Bashar al Asad para reforzar a su aliado sirio y luchar contra el terrorismo. Ramzam Kadyrov es conocedor, al igual que Putin, de que la derrota del wahabismo yihadista terrorista en Siria es básica, de ahí que se hayan desplegado tropas rusas y chechenas, estos últimos en la región de Latakia, Alepo y en las zonas de combate contra las milicias proturcas y kurdas.

Son un ejército privado regional totalmente leal a Moscú pero que también es usado como fuerza de seguridad por Ramzam Kadyrov en el territorio de Chechenia. Cuando en 1999 Rusia reconquistó el territorio que alcanzó su independencia tras vencer en la guerra de 1996 (Primera Guerra de Chechenia 1994-1996) el territorio se convirtió en una república independiente yihadista que ayudaba a la Afganistán de los Talibanes y hostigaba el territorio ruso constantemente. Para ello, obviamente, se necesitaba la ayuda de las facciones pro rusas chechenas a fin de apoyarse en ellos para poder controlar el territorio.

Los Kadyrov, curiosamente, fueron secesionistas en la primera guerra de chechenia, guerra sin connotación religiosa ya que enfrentaban a nacionalistas chechenos contra nacionalistas rusos. Al llegar el comandante yihadista saudí Ibn al Jattab y expandir el wahabismo yihadista entre las tropas chechenas, muchos de los antiguos separatistas reconsideraron sus tesis y pensaron que era mejor formar parte de Rusia como República Federal, en lugar de ser un estado independiente controlado por yihadistas que establecerían una república islámica al estilo afgano.

Entre los que reconsideraron sus posiciones estaba Ahmad Kadyrov, padre de Ramzam, que fue considerado un traidor por los islamistas y por lo tanto asesinado el 9 de Mayo de 2004, sustituido por Alú Aljanov hasta 2007 cuando cedió el poder a Ramzam Kadyrov. Ahmad Kadyrov concebía una República Chechena nacionalista con un Islam conservador con fuertes connotaciones patriotas y regionales lejos de las imposiciones extranjeras (rechazaba el wahabismo, salafismo y el chiísmo al considerarlas imposiciones extranjeras antichechenas). Él abogaba por el tradicional islam sunita hanafí con connotaciones sufíes y el adat (código social checheno).

La estrategia de Kadyrov ha sido la de defender los intereses y la excepcionalidad de Chechenia en Rusia, promover un Islam tradicional y muy conservador dentro de las líneas tradicionalistas y nacionalistas trazadas por su padre, pero jamás enfrentándose al poder de Putin sino reforzándolo y apoyándolo constantemente frente a enemigos internos y externos demostrando una lealtad que se debe al hecho de que existen acuerdos muy claros entre Moscú y Grozny a todos los niveles: políticos, económicos, financieros y de seguridad.

No hay que olvidar que la República inestable, bajo la mano de hierro de Kadyrov (que no ha duda en ordenar asesinatos y reprimir duramente) ha logrado pacificar la región, controlar las mafias y los yihadistas y asegurar la viabilidad del territorio; que cuenta con grandes reservas de petróleo.

A primera vista podríamos concluir que Ramzam Kadyrov es un instrumento en manos de Rusia para sostener una imagen frente a los chechenos de autonomía amplia para su región (ya que verían al poder directo ruso como un invasor), de ahí que debido a los servicios prestados a Rusia y a la guerra librada por Ahmad Kadyrov y sus sucesores contra separatistas y yihadistas en Chechenia. Ramzam sea el único presidente de una República rusa que tenga un ejército propio que sirve a los intereses de Rusia en el exterior y que sostiene la seguridad de la República Chechena, lo que ha permitido una reducción de efectivos rusos en la región y en todo el Cáucaso norte. 

A cambio de esto Ramzam Kadyrov ha logrado altas cotas de poder dentro y fuera de Rusia, apoyos y un autogobierno pro ruso sostenible en la zona así como una pacificación que no se veía desde la época de la URSS.

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