Entre tiendas de campaña, mantas y unos pocos objetos personales las familias intentan resistir a la ofensiva rusa que mantiene en vilo a todo el país
Las estaciones de metro de la capital ucraniana se han convertido en uno de los pocos lugares seguros donde refugiarse de los bombardeos que sacuden la ciudad. Los ucranianos se amontonan en las inmediaciones del transporte público subterráneo con una gran cantidad de colchones, maletas y bolsas de plástico llenas de comidas. Entre tiendas de campaña, mantas y unos pocos objetos personales las familias intentan resistir a la ofensiva rusa que mantiene en vilo a todo el país.
Familias con niños que no han podido huir, en una ciudad sumida en el caos, buscan refugio en sótanos y estaciones de metro. Aunque durante el toque de queda el transporte público no funciona, el metro permanece abierto en calidad de refugio las 24 horas del día.
En las imágenes se aprecia como hasta tres o cuatro personas duermen en un solo colchón y solo llevan con ellos unos pocos objetos personales con los huyeron de sus hogares.
Según afirmó el alcalde de Kiev el miércoles, unas 15.000 personas se han instalado en el sistema de metro de Kiev, la mayoría de ellas mujeres y niños, para escapar de las duras condiciones que se experimentan en la ciudad mientras las fuerzas rusas avanzan y los bombardeos constantes. Hasta el momento, cinco bebés han nacido en un sótano del Hospital de Maternidad de la capital, también habilitado como refugio.
