Un total de 29.757 personas que residían en centros de servicios sociales han muerto desde el inicio de la pandemia según cifras autonómicas
Con el proceso de vacunación aún sin completar, en las últimas semanas estamos asistiendo a la declaración de varios brotes de coronavirus en residencias de ancianos en varios puntos de España. Se trata del último coletazo de una tragedia que dura ya muchos meses y que golpeó con especial contundencia en el inicio de la pandemia.
Ese golpe ya puede cuantificarse, y es que, según cifras de las comunidades autónomas, 29.757 personas que residían en centros de servicios sociales (ya fueran para mayores o para personas con discapacidad) han muerto. Este número corresponde al periodo desde el inicio de la pandemia hasta finales de enero.
Esta es la cifra de las autonomías, ya que el Gobierno hasta ahora no ha facilitado una estadística que comprenda todo este periodo de tiempo. El único dato aportado por Sanidad apunta a que las muertes en residencias alcanzaban las 20.268 a fecha de 23 de junio.
Brotes en residencias
De entre los últimos brotes que están teniendo lugar en residencias durante las últimas semanas, destacan el del centro de mayores El Salvador, en Lagartera (Toledo), que ha provocado la muerte de nueve residentes. Además de los fallecidos, otros cinco personas han sido ingresadas con coronavirus en el Hospital Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina.
En esa misma provincia, en la localidad toledana de Ventas de San Julián, han fallecido otros dos ancianos. Otras diez personas han precisado hospitalización y 59 han sido diagnosticadas con coronavirus.
También se han producido brotes en hospitales, como en el de Meixoeiro de Vigo (86 casos) o en el de Mataró, en Cataluña, con un centenar de profesionales contagiados. Asimismo, se ha declarado un brote en la cárcel de Teruel, que ha afectado a 133 presos y diez trabajadores.
