martes, marzo 19, 2024
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España, en la dirección contraria de Europa: las centrales nucleares deberán preparar un plan para su desmantelamiento

Francia y Polonia han anunciado recientemente la construcción de nuevas plantas, y la Comisión Europa quiere considerar verde la energía nuclear

Mientras otros países europeos como Francia o Polonia redoblan su apuesta por las centrales nucleares, España ha escogido el camino directamente opuesto. Y es que las pocas plantas con las que cuenta nuestro país deberán preparar un plan preliminar de desmantelamiento y someterlo a la aprobación del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) en el plazo de 18 meses, según la instrucción de seguridad publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que entra en vigor este jueves.

En concreto, Polonia anunció en diciembre que construirá seis plantas nucleares de aquí a 2040 para continuar con el proceso de descarbonización de su economía. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, también informó en noviembre del proyecto de levantar nuevas centrales, incluso cuando el país galo obtiene aproximadamente el 70% de su electricidad de la energía nuclear, gracias a los 45 reactores atómicos que tiene actualmente en activo.

La decisión de España de optar por el desmantelamiento llega, además, menos de tres semanas después de que la Comisión Europea propusiera que la energía nuclear se considere sostenible, en concreto para las centrales que inicien su construcción antes de 2045. De hecho, España es uno de los países de la Unión que, junto con Alemania, se oponen a esta iniciativa del Ejecutivo comunitario.

Contar con este plan de desmantelamiento permitirá a las empresas que operan las plantas nucleares españolas analizar las mejoras tecnológicas que tienen previsto implementar en sus centrales, teniendo en cuenta los requisitos para facilitar el proceso de desmantelamiento en el futuro.

Según fuentes del sector, la instrucción IS-45 establece las directrices para prever el desmantelamiento de las instalaciones en fases tempranas de su explotación, incluso de diseño y construcción, y no supone una carga económica adicional para las empresas, que llevan tiempo trabajando en este tipo de planes en colaboración con la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA).

ENRESA dispone de un fondo dotado con aportaciones de las centrales durante su funcionamiento para garantizar la viabilidad económica del desmantelamiento. La instrucción IS-45 no afecta a las necesidades financieras del Fondo, en todo caso, prevé las actuaciones futuras, lo que permitirá una optimización del proceso y de sus costes asociados, han subrayado las mismas fuentes.

Fuente: EFE.

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