Han sido muchos los que se han subido al carro de Chanel tras su gran tercer puesto y que antes la habían puesto en la picota
Chanel Terrero dejó bien alto el pabellón de España en Eurovisión con el mejor resultado para nuestro país en los últimos 27 años. La cantante hispanocubana culminó su chanelazo encandilando a los jurados de los países participantes con su vibrante actuación y alcanzando un inusual consenso entre los propios españoles, entusiasmados con su representante.
Sin embargo, cabe recordar aquella máxima que nos recuerda que la victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana. Y es que han sido muchos los que se han subido al carro de Chanel tras su gran tercer puesto y que antes la habían puesto en la picota o cuanto menos se habían posicionado con sus rivales por la nominación española para el festival.
Es el caso de los dos partidos del Gobierno. El PSOE, en boca de su diputada en el Congreso Lidia Guinart, llegó a afirmar que la letra de SloMo, la canción que interpretó Chanel, remitía a «una forma de prostitución» y criticó que los versos del tema promovían la «mercantilización del cuerpo de las mujeres».
Por su parte, Unidas Podemos pidió llegó a registrar preguntas en la Cámara sobre el voto en el Benidorm Fest, del que salió la candidatura de Chanel, alegando que «la población que no se siente representada por esta decisión». Tras el éxito de la representante española en Eurovisión, sin embargo, se apresuraron a felicitarla públicamente.
