Aunque los científicos temen que eliminar las restricciones provoque la evolución del virus, creen que la bajada de contagios se debe a que ya han cerrado las escuelas por vacaciones
Reino Unido está pasando actualmente por una situación que nadie esperaba: eliminan todas las restricciones y caen los casos por Covid-19. Ni los científicos ni el propio Gobierno de Boris Johnson entienden cómo ha podido ocurrir esto, ya que el número de casos desde que han quitado todas las restricciones siguen a la baja.
En Reino Unido temen que esta gran bajada de contagios lleve a la ciudadanía a pensar que el coronavirus ya no va a volver, que esto significa que la pandemia se ha superado y que, en consecuencia, haya un repunte de contagios y resurja el virus en el país.
Este es el país europeo con más muertes por covid (cerca de 129.500) y, al mismo tiempo, también se ha convertido en el primer país europeo que ha llevado a cabo un experimento que, de momento, está funcionando. Reino Unido se ha convertido en un laboratorio mundial de pruebas tras levantar casi la totalidad de las restricciones. Cuando todo el mundo pensaba que esta decisión tomada por el Gobierno de Boris Johnson iba a significar un aumento de los contagios en el país, ha ocurrido todo lo contrario, se ha convertido en un experimento que está saliendo bien.
El número de casos de covid-19 sigue a la baja en el Reino Unido a pesar del fin de las restricciones. El lunes se comunicó que había un total de 24.551 nuevos positivos, un 21,5 % menos que hace una semana.
Un 70,5 % de la población adulta en Reino Unido ha recibido ya la pauta completa de la vacuna y un 88,1 % la primera de las dos dosis, aunque el ritmo de vacunación ha descendido entre la gente más joven.
Fue el 19 de julio cuando se levantaron todas las restricciones impuestas por el Gobierno al aplicar el tercer confinamiento el pasado enero. Además, también han regresado al país los eventos multitudinarios y discotecas y se ha suspendido el límite de personas que pueden congregarse bajo techo y en exteriores y, aun así, el número de contagios sigue presentando una tendencia descendente en los últimos días.
Aunque los científicos temen que esto provoque un aumento de los casos y que, también, pueda evolucionar el virus, de momento, los expertos creen que este inesperado cambio de rumbo -se anticipaba un pico de hasta 100.000 contagios diarios este mes- puede deberse a que ya han cerrado las escuelas por vacaciones.
Reino Unido es uno de los países con más vacunados del mundo, el 55,18 % de la población ya tiene la pauta completa. Esto demuestra que el impacto de la vacuna es positivo, ya que, desde que estalló la pandemia en marzo de 2020 que el número de casos disminuye sin que haya sido como consecuencia de un confinamiento, lo que refleja que la vacuna está dando sus frutos.
Los expertos no apostaban por este plan, incluso el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, calificó la estrategia de Reino Unido como una «estupidez epidemiológica».
Ante los resultados que se están obteniendo con este experimento, el epidemiólogo del Imperial College London Neil Ferguson, apodado como el Doctor Confinamiento por haber defendido esta opción en marzo de 2020, cree, y tiene la seguridad de que «la ecuación ha cambiado de raíz» y, posiblemente, «hacia octubre habremos dejado atrás lo peor», indica según el diario ‘EL PAÍS’.
En cambio, también hay expertos que señalan que, este experimento británico, puede reforzar el virus. Según apuntan algunos científicos, en estos últimos días el tiempo en Reino Unido ha sido muy bueno y, además, estamos en verano, esto implica que las reuniones en interiores sean menores. En cambio, cuando llegue el otoño y el frío, aumentarán las reuniones en interiores, y esto puede provocar que el número de contagios aumente, además, también volverán los colegios.
«Creo que tendremos una nueva oleada en septiembre, especialmente porque la práctica totalidad de la población en edad escolar no está vacunada. Pero considero que podemos ser optimistas y pensar que, probablemente, solo veremos materializarse las previsiones más bajas», explica en ‘EL PAÍS’ Marc Baguelin, miembro del Grupo Científico de Pandemias de Influenza.
