«Hay dos opciones, o que se le olvidó, o bien que esta gente está en un nivel y en un estatus que es un honor que te vengan a comer y pagues tú»
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue este lunes el protagonista en El Hormiguero al ir a presentar su nuevo libro, Toda una vida.
En concreto, uno de los momentos más comentados de la entrevista con Pablo Motos fue la anécdota que el político contó en relación al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo era entonces secretario general del PSOE y líder de la oposición y quiso «tener un detalle» con Revilla invitándolo a comer. Cuando Revilla llegó al madrileño Asador Donostiarra, algo tarde por el retraso de su vuelo, le dijeron que Sánchez estaba en un reservado y que ya había pedido. En concreto, el presidente había ordenado una botella de Ribera del Duero Cepa 21 y un chuletón.
Cuando acabaron de comer, Sánchez le propuso a Revilla salir él primero del restaurante para evitar que les fotografiasen juntos. El presidente cántabro aceptó la propuesta, algo «que ya no hará nunca» de nuevo, ya que aquello se convirtió «en un momento delicado». Revilla esperó diez minutos después de haberse ido Sánchez y, cuando ya estaba en la puerta del restaurante, el camarero se le acercó corriendo con la cuenta. El jefe del Ejecutivo cántabro respondió diciendo que le habían invitado, a lo que el trabajador del restaurante le replicó: «Es verdad, ha reservado él, pero se ha ido sin pagar y alguien tiene que pagar». En total, la broma la salió a Revilla por 98,50 euros.
«Hay dos opciones, o que se le olvidó, entre comillas, o bien que esta gente está en un nivel y en un estatus que es un honor que te vengan a comer y pagues tú», terció Revilla.
