sábado, abril 27, 2024
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(VÍDEO) Merkel deja a un lado la seriedad que le caracteriza y rompe a reír por culpa de este momento insólito en Estados Unidos

La canciller alemana se salió de la rectitud que siempre le acompaña a la hora de recibir su doctorado honoris causa en la Universidad Johns Hopkins

Angela Merkel acostumbra a ser la seriedad personificada. Como buena ciudadana de su país, la canciller alemana sabe muy bien cómo mantener la compostura digna de un cargo como el suyo, con una rectitud siempre intachable. Sin embargo, hay ocasiones en las que las situaciones más cotidianas y mundanas le juegan una mala pasada al protocolo. La que ha protagonizado en las últimas horas es una de ellas.

La Universidad Johns Hopkins, célebre últimamente debido a los datos del coronavirus en lo que a Estados Unidos respecta, quiso aprovechar la presencia de Merkel en su territorio (visitó al presidente Joe Biden en la Casa Blanca hace unas horas). ¿Cómo? Convirtiéndola en doctora honoris causa del centro. Este honor viene acompañado de una toga de graduación que el agraciado debe colocarse para la ocasión. Sea anónimo o célebre, como en el caso de la máxima autoridad de Alemania.

Merkel es una estadista de talla mundial, pero protagonizó un momento que la devolvió por unos instantes al mundo de a pie durante el acto académico que la convirtió en doctora. La toga se le resistió de forma irremediable y cómica, por lo que acabó necesitando de la ayuda de uno de los responsables de la Universidad Johns Hopkins para colocársela de forma adecuada.

La escena fue tan insólita y divertida que Merkel no pudo contener ni la carcajada ni la sonrisa cuando su acompañante por fin dio con la forma de ponerle la toga como era debido. El logro se resistió tanto que no pudo si no ser acompañado de unos cuantos aplausos una vez consumado. Queda claro que todos, por muy lejos que lleguemos en la vida, somos, al fin y al cabo, humanos.

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