El presidente del Gobierno no ha querido pronunciarse sobre cuál será la fecha concreta en la que se resolverá el futuro de los líderes independentistas catalanes presos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este lunes junto al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. La rueda de prensa posterior a la cumbre hispano-polaca ha servido sobre todo para escuchar de nuevo la postura del jefe del Ejecutivo sobre los indultos a los líderes independentistas catalanes: «La decisión del Gobierno de España será una decisión que nos permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor, que tiene que escribirse con las palabras concordia, conciliación y cohesión».
«En el discurso de investidura hablé de que era necesario retomar la vía política, y eso significa retomar diálogo y la senda de negociación y pactos. Dije también entonces que había que recomenzar, volver a ese punto en el que ambas partes nos dejamos de escuchar y entender las razones de la otra parte para llegar a un acuerdo. Y también que la resolución de esta crisis después de más de 10 años no iba a ser inmediata, sino que necesitaría generosidad. El Gobierno abordará esta cuestión de los indultos una vez escuchadas todas las partes en conciencia y no pensando tanto en los afectados como en los millones de catalanes y del resto de ciudadanos españoles que queremos vivir en convivencia, conciliación y concordia«, ha expresado también Sánchez.
El presidente no ha querido anunciar una fecha exacta sobre la decisión relativa a los indultos: «Hay que dejar trabajar al Ministerio de Justicia y cuando sea conveniente, una vez acabado su trabajo, se debatirá en el Consejo de Ministros». Además, ha vuelto a insistir en que la mesa de diálogo con la Generalidad se retomará en el futuro: «El Gobierno de España ha estado siempre abierto a reunirse con el Govern. Llevamos desde septiembre sin que se haya producido un gobierno estable en Cataluña. Habrá tiempo para retomar ese diálogo. Vamos a ir paso a paso. Lo importante y lo urgente es que los dos nuevos presidentes autonómicos (por Pere Aragonès y también por la máxima autoridad madrileña, Isabel Díaz Ayuso) sean recibidos en el Palacio de la Moncloa».
«Ayudar a resolver problemas no representa un coste. El coste para el país sería dejar las cosas tal y como están, enquistadas en 2017. Y eso no se lo merece ni Cataluña ni el resto del país», ha añadido Sánchez, que, además, considera que con motivo del 1-O «vimos cuán de desacoplado estaba nuestro Código Penal respecto a otros de otros países europeos y el Gobierno de España siempre ha manifestado su voluntad de actualizar esos delitos y homologarlos al de países más avanzados».
La actitud de Marruecos, «absolutamente inadmisible»
Sánchez también ha asegurado que es «absolutamente inaceptable» que Marruecos haya podido «atacar las fronteras» de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior.
«No es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 en un país vecino por desavenencias y discrepancias en política exterior», ha subrayado Sánchez en respuesta a la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.
Marruecos ha hecho público este lunes un comunicado en el que ha señalado que la crisis entre ambos países no se debe al hecho de que el líder del Frente Polisario esté ingresado en un hospital español, sino a la posición española sobre el Sahara.
Para Sánchez, esta actitud es «absolutamente inadmisible» y ha recordado que Marruecos «no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España», que es un «interlocutor imprescindible y privilegiado» con Europa.
