Estados Unidos superó de principio a fin a las chicas en la final, mientras que los Hispanos ganaron con sufrimiento a Egipto
Este sábado deja otra medalla más para la delegación española en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La selección masculina de balonmano pone el punto y final a una generación mayúscula tanto a nivel mundial como europeo haciéndose con el cuarto bronce olímpico de su historia, arrebatado a Egipto con muchísimo sufrimiento (31-33).
Se sabía que el conjunto africano, entrenado desde 2019 por el exjugador español Roberto García Parrondo, podía poner en serios aprietos a los Hispanos. No cabía esperar menos de todo un semifinalista olímpico, al que España ya ganó pidiendo la hora en la preparación y que apenas había perdido dos partidos en el torneo antes del duelo por el bronce (con tuteo incluido a Francia, palabras mayores, en busca de la final).
A pesar de que los nuestros mandaban por 16-19 al descanso, la igualdad marcó el encuentro en todo momento. Sólo en los últimos minutos pareció que el ataque sonreía más a la selección española, que se hizo con la última plaza del podio nipón gracias a un gol de su capitán, segundos antes de despedirse del balonmano en activo: Raúl Entrerríos.
Menos suerte hubo para la causa de la selección femenina de waterpolo, aunque perder ante Estados Unidos era lo esperado en la gran final olímpica y la gesta ya estaba hecha. Cuando tienes enfrente a un adversario que tan sólo ha cedido dos partidos desde 2008 (el último, hace unos días ante Hungría), la victoria se presenta casi utópica.
Y así fue, puesto que el dominio estadounidense fue absoluto desde el minuto uno. La plata de nuestras chicas era prácticamente el oro de las mortales, con el mejor equipo de siempre enfrente y ninguna opción de vengarse de lo ocurrido también en Londres 2012. 14-5 final para determinar el color de una presea ya esperada. Son 17 las que suma España ahora en Tokio, las mismas que se consiguieron en Río 2016.
