«La instalación de obstáculos parece ser un instrumento eficaz en la defensa de fronteras», asegura el primer ministro húngaro
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, pidió este martes a la Comisión Europea (CE) que pague por las vallas levantadas en su frontera para detener la entrada de inmigrantes y que, asegura, se han convertido en un modelo para otros países.
«La instalación de obstáculos parece ser un instrumento eficaz en la defensa de fronteras«, afirma Orbán en una carta enviada a la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, en la que dice que «esta legítima medida necesita una financiación inmediata del presupuesto de la UE«.
El primer ministro subrayó en la carta que «no se pueden ignorar los esfuerzos de Hungría en los últimos seis años» en defensa de las fronteras de la UE y de los intereses de todos sus miembros, según informó la agencia MTI.
Hungría construyó un sistema de vallas en su frontera con Serbia en otoño de 2015, cuando centenares de miles de refugiados cruzaban el país de camino a los países ricos de Europa Occidental.
El coste de esas vallas y de otra construida en la frontera croata alcanzó los 1.600 millones de euros.
Países como Grecia, España, Bulgaria, Eslovenia, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia han instalado o van a instalar vallas, asegura Orbán, quien advierte que la retirada de las tropas occidentales de Afganistán provocará una oleada migratoria hacia Europa «más grave que la de 2015».
La CE ha asegurado que no financiará vallas ni alambradas en las fronteras exteriores contra la inmigración irregular.
El Gobierno de Orbán se opone categóricamente a la inmigración y ha relacionado a los refugiados con el terrorismo y la criminalidad.
Fuente: EFE
