Washington habla abiertamente de interrumpir el trasporte de gas entre Moscú y Berlín, una medida que debería contar con el plácet alemán
La Casa Blanca ha mencionado la posibilidad de que Alemania suspenda la operación del gasoducto Nord Stream 2 con el objetivo de presionar a Rusia en sus supuestos planes de invadir Ucrania. La tubería aún no ha comenzado a operar y tiene como objetivo transportar gas de Rusia a territorio alemán.
Estas podrían ser las «sanciones nunca vistas» sobre las que el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, durante la cumbre que ambos mantuvieron este martes y en la que tocaron el asunto de Ucrania. Aunque Washington ha descartado una intervención militar en caso de invasión rusa, sí promete castigos económicos que podrían incluir la paralización del Nord Stream 2.
«Si Vladímir Putin quiere ver flujo de gas a través de esa tubería, tal vez no quiera tomar el riesgo de invadir Ucrania», señaló el consejero nacional de seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
«Si el presidente Putin avanza sobre Ucrania, nuestra expectativa es que el gasoducto sea suspendido», agregó Victoria Nuland, vicesecretaria de Estado.
Posición de Alemania
Sin embargo, la posibilidad de cerrar el gasoducto pasa por Alemania, que tiene una gran dependencia del gas ruso. En ese sentido William Taylor, exdiplomático estadounidense en Kiev y ahora vicepresidente del Instituto de Paz de Estados Unidos, ha declarado a la AFP que los alemanes «están divididos en este asunto», pero que una invasión rusa de Ucrania podría cambiar el consenso hacia el cierre de la tubería.
Por su parte, vicesecretaria de Estado manifestó su confianza en que el gobierno del nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, se posicione con Washington en este punto. «Ya hemos estado hablando con él en su calidad de ministro de Economía y no tengo duda de que entiende la seriedad de la situación que estamos enfrentando», dijo.
