Los atacantes habrían entrado al templo disfrazados de fieles para abrir fuego contra los presentes
Más de cincuenta personas murieron en un ataque perpetrado la mañana de este domingo contra la iglesia católica de San Francisco Javier, en el estado de Ondo, en el suroeste de Nigeria.
«Más de dos docenas murieron según lo que nos dijo una agencia de emergencias. Estamos trabajando en la cifra exacta y compartiremos los detalles lo antes posible», dijo por teléfono el portavoz de la Policía en el estado, Funmilayo Odunlami. Más tarde, medios locales informaban de que el número de fallecidos había superado el medio centenar.
Según Odunlami, las fuerzas de seguridad están tratando de averiguar si el ataque fue perpetrado por hombres armados o mediante explosivos. «Siguen trayendo a gente al hospital, de algunos se confirmó la muerte y otros siguen respirando pero, de momento, no puedo especificar el número de muertos», señaló un trabajador del hospital federal de Owo.
Nigeria sufre ataques incesantes de bandidos y secuestros masivos por lucrativos rescates, pero estos suelen producirse en el centro y noroeste del país, lo que hace extraño este incidente en el suroeste del país.
Recientemente, también el sureste del país ha sido escenario de graves secuestros y asesinatos que las autoridades atribuyen a los separatistas del Pueblo Indígena de Biafra (IPOB, por sus siglas en inglés), un grupo de aboga por la secesión de ese territorio.
A esta inseguridad, se suma la amenaza yihadista que asola desde 2009 el noreste del país, causada por el grupo Boko Haram y, desde 2015, su facción ISWAP (Estado Islámico en la Provincia de África Occidental).
Fuente: EFE.
