Las autoridades alauíes aún no han permitido el regreso de entre 700 y 1.000 inmigrantes que cruzaron la frontera con Ceuta
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este lunes que es «absolutamente inaceptable» que Marruecos haya podido «atacar las fronteras» de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior.
«No es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 inmigrantes en un país vecino, por desavenencias y discrepancias en política exterior», subrayó Sánchez en la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares y en respuesta a la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.
Marruecos ha hecho público hoy un comunicado en el que se desvincula la crisis con España de la presencia de Brahim Ghali y se especifica que lo que Marruecos espera de Madrid es «una aclaración sin ambigüedades de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones» sobre la cuestión del Sáhara.
Asimismo, el ministro de Exteriores marroquí también ha comparado la crisis actual con el conflicto catalán en España. En un comunicado, Rabat recuerda que en 2012 una delegación de Cataluña visitó Marruecos y las autoridades alauíes, a petición de España, no la recibió «al más alto nivel», sino que «rechazó la petición de visita y reunión de un gran líder del separatismo catalán». De esta forma, Rabat hace referencia a la presencia en España de Brahim Ghali.
Problemas en la frontera
Además de la escalada verbal, Rabat mantiene el pulso con Madrid en la frontera entre los dos países. Y es que Marruecos lleva varios días sin aceptar la devolución de cientos de sus ciudadanos de los que cruzaron la frontera con Ceuta hace dos semanas. En concreto, son entre 700 y 1.000 los marroquíes a los que las autoridades alauíes aún no han facilitado la entrada en su propio territorio.
Para Sánchez, esta actitud es «absolutamente inadmisible» y ha recordado que Marruecos «no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España», que es un «interlocutor imprescindible, necesario y privilegiado» con Europa.
Además, ha planteado una «actitud constructiva» con Marruecos y ha recordado que «la vecindad y necesaria relación bilateral se debe cimentar sobre el respeto y la confianza» y que el «respeto y la confianza no se construyen si lo que se está diciendo es que por una desavenencia no se respetan las fronteras». «No es aceptable y por tanto lo rechazo», ha zanjado el presidente del Gobierno.
