Olaf Scholz, reconoce que la situación de Alemania es menos preocupante que en otros países pero reitera su voluntad de aprobar cuanto antes la vacunación obligatoria
Alemania, que es uno de los países con las normas más estrictas en el sector de la hostelería ha decidido endurecerlas aún más para afrontar la nueva ola de contagios. La solución de los líderes regionales ha sido aplicar la llamada regla 2G+ (vacunado o sanado) en la hostelería, que consiste en que solo podrán acceder a los locales los vacunados (o recuperados) que tengan la tercera dosis o que presenten un test negativo hecho el mismo día. La nueva norma pretende acelerar el ritmo de las vacunaciones de refuerzo, que actualmente ya tiene el 41,6% de la población.
Ante el deseo del gobierno de imponer la vacunación obligatoria, que de momento espera a poder ser aprobada en el Bundestag, el país se lo pone difícil a los vacunados y prácticamente no pueden entrar en ningún lugar público salvo para comprar comida y medicinas.
El porcentaje de vacunados es del 71,6%, una cifra baja si se compara con el resto de países europeos. Estos datos tienen relación con el aumento de las manifestaciones y protestas en contra de la vacunación y del certificado covid, que han crecido en el país. En España, por ejemplo, ya se supera el 80% en la inoculación del segundo suero.
Por otro lado, los presidentes regionales también han decidido rebajar el periodo de cuarentena para los contactos estrechos de 14 a 10 días. Además, quedarán exentas de hacerla las personas que tengan contacto con un positivo pero estén vacunados con la pauta de refuerzo (con tercera dosis).
El canciller, Olaf Scholz, reconoció que la situación de Alemania es de momento menos preocupante que en otros países, pero advirtió que se espera un alto número de infecciones por la nueva variante en los próximos días. “Por eso debemos prepararnos para esta situación, y es lo que estamos haciendo”. Scholz también reiteró su voluntad de aprobar cuanto antes la obligatoriedad de la vacuna. El canciller aseguró que el Gobierno está unido en esta cuestión y que confía en que los diputados tomen la decisión correcta cuando finalmente se vote la obligatoriedad de la vacuna.
