La AVT le ha pedido al presidente del Gobierno «la acción implacable de la Justicia y el cumplimiento íntegro de las condenas»
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, ha intervenido este jueves durante el acto celebrado en el Bosque del Recuerdo (en el Parque del Retiro) en homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004.
Durante su discurso, Araluce se ha dirigido directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (que no estaba presente, aunque irá al acto institucional con los Reyes de esta tarde), para «dejarle claras diez cosas».
Primero. ETA no es una banda, es una organización terrorista formada por terroristas que un día, libremente, decidieron integrarse en ETA para, por medio del asesinato, la amenaza y la extorsión, conseguir su proyecto político: subvertir el orden constitucional y conseguir la independencia de lo que ellos llaman Euskal Herria
Segundo. ETA no ha sido derrotada. ETA supo sacar rentabilidad de dejar de matar y consiguió lo que no consiguió matando. Primero, volver a las instituciones para ser decisivos políticamente e impulsar reivindicaciones históricas de ETA como el fin de la dispersión o la amnistía de los presos.
Tercero. ETA no entregó sus armas, sino que se las quitaron los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Cuarto. No son presos vascos, no están en la cárcel por ser vascos, sino por asesinar, herir y amenazar a miles de personas. Y no están arrepentidos. Las cartas-formulario que están firmando tienen un único objetivo: mejorar su situación penitenciaria. Sin colaboración con la Justicia no hay verdadero arrepentimiento. Y a día de hoy ninguno de los 154 presos que han sido trasladados a cárceles más próximas a sus domicilios lo ha hecho.
Quinto. Exigir que se aplique la legislación penitenciaria con firmeza, para que no se convierta en la puerta de atrás del derecho penal. Reclamar que se exija la colaboración con la Justicia, como una variable más a tener en cuenta para valorar el pronóstico favorable de reinserción de los etarras, no es venganza, es reclamar justicia para nuestros muertos.
Sexto. Pedir que se redoblen esfuerzos para detener a los terroristas huidos y para esclarecer los atentados pendientes de resolver. Ni es algo del pasado ni es anacrónico, es justicia.
Séptimo. Bildu no es un partido progresista ni que tenga una agenda social. Es el partido heredero del brazo institucional de ETA, que a día de hoy sigue defendiendo que algunos asesinatos de ETA estuvieron justificados.
Octavo. Los ‘ongi etorris’ no son manifestaciones de alegría ni son recibimientos de un paisano en su pueblo, son actos de homenaje a quienes no tienen otro mérito que el asesinato y la extorsión.
Noveno. El protagonismo político de Bildu, los traslados y progresiones de grado de presos etarras sin colaborar con la Justicia y los actos de homenaje a los terroristas provocan un impacto negativo en las víctimas del terrorismo que podría ser catalogado de nueva victimización.
Décimo. La derrota del terrorismo que pedimos desde la AVT pasa necesariamente por la deslegitimación política y social de ETA, la aplicación estricta de las leyes, la acción implacable de la Justicia y el cumplimiento íntegro de las condenas.
