viernes, abril 26, 2024
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Liz Truss, asediada por el «fuego amigo» de los conservadores: ya piden su dimisión

La prensa británica critica la inestabilidad torie: «La transformación del Reino Unido en una nueva Italia ya está casi completa»

Los conservadores británicos estrechan el cerco en torno a la primera ministra británica, Liz Truss, cuyo mandato parece tambalearse tras solo cinco semanas en el cargo y a quien sus compañeros de partido buscan ya un recambio.

La calamitosa gestión de la líder tory desde que fue designada nueva jefa del Gobierno el pasado 6 de septiembre amenaza -a juicio de los analistas en el Reino Unido- con convertirla en una de las primeras ministras más fugaces de la historia británica.

El veterano diputado conservador Crispin Blunt fue el primero que, este domingo, llamó públicamente a la renuncia de Truss, aunque se piensa que decenas de sus compañeros de bancada comparten esa idea. «Creo que se acabó el juego para ella. Ahora se trata de (decidir) cómo se gestiona su sucesión», dijo Blunt en declaraciones adelantadas por la televisión «Channel 4».

Las reglas internas del grupo parlamentario tory conceden una tregua de un año hasta poder convocar una moción de censura interna contra un nuevo líder, pero todo podría saltar por los aires si el clamor es unánime. «Si hay una opinión de peso dentro del grupo parlamentario de que debe haber un relevo, este se llevará a cabo», opinó Blunt, sin ofrecer detalles sobre cómo sería el procedimiento.

Posteriormente, otros dos diputados tories siguieron el ejemplo de Blunt y reclamaron a Truss que dé un paso atrás. «No podemos seguir así. Nuestro país, nuestra gente y nuestro partido se merecen algo mejor», dijo Andrew Bridgen al diario The Telegraph.

En una carta publicada en Twitter, Jamie Wallis aseguró que «ya basta», y dijo que ha escrito a la primera ministra para comunicarle que ya no goza de su confianza.

Los tories o la «secta de la muerte»

Si finalmente deja Downing Street y es reemplazada por otro miembro de su partido, los conservadores habrán tenido cinco primeros ministros en solo seis años, tras David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y la propia Truss. Claro que los inquilinos del número 10 de Downing Street son un prodigio de longevidad si se comparan con sus vecinos del número 11 de esa misma calle, los ministros de Economía, que van por el cuarto distinto en solo cuatro meses.

La prensa afín no ahorra epítetos para el canibalismo político de la formación tory, que a juicio del dominical Sunday Times, «se parece cada vez más a una secta de la muerte». «La transformación del Reino Unido en una nueva Italia ya está casi completa», señala uno de los titulares del Sunday Telegraph, verdadero diapasón de los tories, en referencia a la proverbial inestabilidad política del país transalpino.

Dentro del ambiente conspirativo en el que se mueven recientemente los diputados conservadores, que ya empujaron a la salida de Boris Johnson el pasado julio, destaca la reunión que dirigentes del partido mantendrán este lunes para abordar una «misión de rescate» que obligue a dimitir a Truss, según publica The Guardian. Entre 15 y 20 antiguos ministros y legisladores han sido invitados a una cena en la que se abordará la forma de hacer caer el actual Gobierno.

Esa cita ha sido organizada, según el periódico, por aliados del exministro de Economía Rishi Sunak, cuyo nombre aparece en todas las quinielas como posible candidato de consenso para sacar a los tories del atolladero. También se baraja la opción de un dirigente respetado como el ministro de Defensa, Ben Wallace, aunque no son pocos quienes consideran que la única posibilidad viable sería aguantar con Truss hasta la celebración de elecciones generales.

Reorganización fiscal

Mientras se urde una rebelión a sus espaldas, la primera ministra convocó este domingo a su nuevo titular de Economía, Jemery Hunt, en la residencia campestre de Chequers para preparar el nuevo plan fiscal que este deberá presentar a la nación el 31 de octubre.

De esa hoja de ruta desaparecerán buena parte de las masivas bajadas de impuestos que su predecesor, Kwasi Kwarteng, había prometido hace tres semanas y que desataron una tormenta financiera y la inestabilidad en los mercados.

Fuente: Enrique Rubio (EFE).

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