viernes, mayo 3, 2024
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La vacuna española ya tiene fecha para empezar a probarse en humanos: plazos e información para ser voluntario

Se espera que la vacuna se empiece a probar en humanos esta primavera

El virólogo español, Mariano Esteban, quien lidera el equipo que está desarrollando una de las tres vacunas contra el SARS-CoV-2 del CSIC, espera realizar esta primavera los ensayos con humanos, y confirmar así si su candidato vacunal protegerá del nuevo coronavirus con una respuesta inmune «más amplia y más duradera».

Los investigadores han explicado que comenzaremos con la fase 1 con unos 112 voluntarios, para ver los efectos de dosis; después iremos a la fase 2, con 500, para ver la inmunogenicidad y la seguridad; y si todo fuera bien pasaremos a la fase 3, ya con 20.000 o 30.000 personas sanas, para demostrar la eficacia de la vacuna.

«De momento estamos completando los ensayos en animales con macacos y hámsteres para presentar un dosier a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y a la Agencia Europea del Medicamento y, si cumplimos los requisitos, obtener su aprobación. A la vez, la empresa española Biofabri está produciendo los lotes para empezar los ensayos clínicos», señala en un comunicado el CSIC.

Si se completa el proceso sin incidentes, se pasará a la fase de producción y a considerar dónde se podría administrar la vacuna. «En España, si quedase población por vacunar, y también en países de todo el mundo que pudieran necesitarla». También ha explicado que replantearían su uso como recuerdo para personas que ya han sido vacunadas. 

No obstante, el virólogo advierte de que será necesaria «bastante financiación para la producción», para ello el CSIC está tratando de movilizar el proceso. «Tengamos en cuenta que algunos países han puesto cientos de millones para producir vacunas a gran escala. A partir de la fase clínica, los costes aumentan exponencialmente», advierte.

Los datos actuales muestran que protege frente a la enfermedad, frente a la letalidad y frente a la replicación del virus. Además, al ser una vacuna muy estable, puede conservarse y administrarse en cualquier lugar. «También estamos viendo que confiere una inmunidad amplia y creemos que más duradera», explica, al tiempo que señala otra ventaja, que es que se podrá combinar con las vacunas que ya se están administrando a la población.

¿Cómo ser voluntario?

Si el proyecto de CSIC-Biofabri obtiene autorización para entrar en la fase clínica (donde se prueba su funcionamiento en humanos), y suponiendo que los investigadores decidan llevar a cabo alguno de los ensayos en España, la Aemps es quien deberá autorizar su realización.

Si tomamos como referencia los únicos ensayos clínicos de una vacuna contra el COVID-19 en España hasta ahora -los del proyecto de Janssen, en los últimos estadios de desarrollo- los participantes fueron personas sin enfermedades concomitantes que se asocian a un mayor riesgo de progresión a Covid-19 grave y con perfiles de edades variados.

En el caso de Janssen, el reclutamiento corrió a cargo de los ocho hospitales donde se realizaron los ensayos, y los participantes fueron monitorizados estrechamente.

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