El pontífice dijo que la presencia española en América debe «interpretarse con la hermenéutica de su época, no la actual»
El papa Francisco concedió este domingo una entrevista exclusiva al diario ABC en la que repasó la actualidad de la Iglesia y se refirió a varios asuntos relacionados con España y su historia.
Para empezar, el pontífice habló sobre la dimensión religiosa del procés y pidió a los sacerdotes catalanes que no se metan «en política» porque en «la Iglesia no puede hacer propaganda por un lado o por otro» en una entrevista publicada por el este domingo. Francisco no dudó en afirmar que «cuando el cura se mete en política, no va bien». «Tú eres un pastor. Tienes que ayudar a la gente a que haga buenas opciones. Acompañar. Pero no ponerse a político», señaló, «si quieres hacer política, deja el sacerdocio y métete a político». En este sentido, el obispo de Roma se preguntó por conflictos donde alguna vez se ha visto a sacerdotes animando el independentismo, como pasó durante la época del terrorismo de ETA en el País Vasco.
Por otro lado, cuestionado por la Transición española, el papa aseguró que le «da la impresión» de que España todavía no se repuso de los cuarenta años anteriores a este periodo y destacó la figura de Adolfo Suárez, un «presidente muy valioso». «Lamento que ahora se desempolve eso. En cualquier caso yo recibo a gente de la derecha, de la izquierda», dijo preguntado por que muchos nietos de españoles represaliados parecen decididos a reabrir heridas.
El Santo Padre también se pronunció sobre el descubrimiento de América señalando que no le gusta decir que España «conquistó», sino que «colonizó y no pirateó». «La hermenéutica, para interpretar un hecho histórico, tiene que ser la de su época, no la actual. Evidentemente que ahí se mató gente, evidentemente que hubo explotación, pero también los indios se mataron entre ellos. El ambiente de guerra no lo exportaron los españoles. Y la conquista fue de todos», dijo, recalcando que «España sigue siendo la Madre Patria, algo que no todos los países pueden decir».
Ya en materias internas, Francisco dijo que la reforma del Opus Dei llevada a cabo en julio, que ha dejado de depender de la congregación de los obispos y ha pasado a la del clero, no fue un «castigo» ni una «invasión». «Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia», apuntó para precisar que se trata de una reubicación que había que resolver.
Por último, el pontífice se refirió a los obispos españoles calificándolos de «buenos» y «pastores» . «Puedo hablar claro con ellos», señaló para añadir que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, es un «señor».
