sábado, mayo 11, 2024
sábado, mayo 11, 2024

Estados Unidos aún sin presidente y ante una crisis institucional

Estados Unidos se ha quedado sin aliento. Tras una noche de «déjà vu» electoral respecto a 2016, cada vez está más claro que el candidato demócrata, Joe Biden, favorito en todas las encuestas, puede arrebatarle la presidencia a Donald Trump, quien ya se ha apresurado a proclamarse vencedor sin conocer los resultados definitivos. La situación podría empujar al país a una crisis institucional e incluso a conatos de violencia.

El reloj del escrutinio electoral se ralentizó a partir de las 01.00 local del miércoles (06.00 hora GMT), cuando quedaba un puñado de estados clave por conocer, algunos territorios de los que pende el futuro de un país alertado por la amenaza de protestas y disturbios por parte de partidarios de uno u otro candidato.

EE.UU. nunca había estado tan dividido frente a unos comicios, y la destrucción del tejido económico y social provocada por la pandemia ha exacerbado las diferencias y ha alimentado la polarización, azuzada por el propio Trump y amplificada por las redes sociales.

Por un puñado de estados

La atención está puesta ahora en los estados bisagra de Pensilvania, con 20 delegados en el Colegio Electoral; Michigan, con 16; Carolina del Norte, con 15; Georgia, con 16; y Nevada, con 6; a los que se suman los 3 compromisarios en juego de Alaska y 1 de Maine.

Biden aventaja a Trump por 248 delegados frente a 214, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses. Biden ha anunciado que comparecerá ante los medios tras hacerse con el estado de Wisconsin y con sus 10 electores. 

Si se observa el mapa del país a grandes rasgos, Biden se ha hecho con el triunfo en toda la costa oeste, además de gran parte de la fachada atlántica del país, así como con el estado clave de Arizona, aparte de Colorado, Nuevo México, Illinois y Minesota.

El mapa se tiñó de rojo, el color de los republicanos, en áreas del centro y el sur de EE.UU., como Alabama, Arkansas, Iowa, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y Dakota del Sur, entre otros; pero sobre todo han dado alas a Trump los estados bisagra de Ohio, Texas y Florida.

Sensaciones ya vividas

Durante la campaña, el mandatario ya había agitado el fantasma de un posible fraude electoral por el voto por correo, que ha sido fundamental en estos comicios debido a la pandemia.

La última vez que el Tribunal Supremo tuvo que resolver una elección presidencial fue en 2000, debido a problemas en el recuento en Florida, y finalmente el republicano George W. Bush se alzó victorioso una vez que el demócrata Al Gore tuvo que tirar la toalla después de que se le negase un nuevo escrutinio.

El tono de Trump contrastó con el de Biden, quien pidió a sus seguidores desde Wilmington (Delaware) que «mantengan la fe» y esperen con paciencia los resultados.

Y después de que Trump hablara se hizo el silencio en la noche electoral. Las protestas que habían llenado horas antes las calles cercanas a la Casa Blanca ya se habían disuelto, y no se registraron incidentes en otras partes del país.

Trump ha solicitado oficialmente un recuento de votos en el estado de Wisconsin. 

Relacionados

spot_img

Colaboradores