Sino se siguen las recomendaciones del Gobierno catalán, vendrán medidas más severas como el confinamiento total.
El presidente en funciones del Gobierno de Cataluña, Pere Aragonés, ha pedido a la ciudadanía un confinamiento voluntario. Durante las próximas dos semanas, se ha solicitado limitar al máximo las salidas de casa y evitar los contactos sociales que no sean estrictamente necesarios.
Aragonés ha comparecido en una rueda de prensa telemática, para anunciar las nuevas restricciones impuestas. En su aparición le han acompañado: La consejera de Presidencia Meritxell Budó, Alba Vergès de la consejería de Salud y por último Miquel Sàmper, de Interior. En la comparecencia han informado del cierre de bares, restaurantes y la reducción del aforo en los centros comerciales al 30%… entre otros puntos.
Han calificado estas medidas de “dolorosas”, sin embargo han justificado su decisión porque dicen que en estos lugares es donde hay más riesgo de contagio, ya que los ciudadanos se “relajan” y no se cumplen todas las medidas de sanidad necesarias.
Las restricciones, no se reducirán sólo al ámbito de la hostelería, sino que el presidente en funciones, pide a los ciudadanos que la vida que se haga fuera de los domicilios sea la mínima posible. Evitar “ir a ver a familiares y amigos” se ha recomendado que este tipo de actividades se pospongan hasta nuevo aviso.
Si las recomendaciones del Gobierno de Cataluña no se llevan a cabo, se ha advertido que podrían llegar medidas restrictivas “más severas e incluso el confinamiento total”.
