«Estamos previendo cómo dotarnos del marco normativo necesario para poder hacer frente a la gestión de la pandemia sin el estado de alarma en vigor», ha señalado Budó
El Gobierno catalán está preparando un marco normativo que le permita poder aplicar el toque de queda nocturno en Cataluña a partir del 9 de mayo, cuando presumiblemente se pondrá fin al estado de alarma en todo el país, aunque cualquier decisión de este tipo requerirá del aval de la justicia.
Tal como ha explicado este martes en rueda de prensa la consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, tras la reunión semanal del Gobierno catalán, el Ejecutivo está «estudiando mecanismos para dotarse de un marco normativo en caso de que sea necesario decretar un toque de queda», un «paraguas legal» que podría ser aplicable también en el caso de restricciones de movilidad.
«Estamos previendo cómo dotarnos del marco normativo necesario para poder hacer frente a la gestión de la pandemia sin el estado de alarma en vigor», ha señalado Budó, quien ha precisado que la previsión es que dicho mecanismo se apruebe en la reunión del Gobierno catalán de la próxima semana.
La consellera también ha recordado que, si el Gobierno de Pedro Sánchez opta por no prorrogar el estado de alarma, como ha anunciado en los últimos días, todas las decisiones que tome la Generalidad sobre limitaciones de movilidad requerirán de la autorización del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), por lo que no serán de aplicación «inmediata».
«Necesitaremos los tres días que tiene el TSJC desde que recibe la petición de la medida del Gobierno catalán hasta que resuelve (…). Eso cambiará la manera de gestionar las restricciones», ha afirmado.
Asimismo, ha admitido que el toque de queda es una medida «drástica» pero «necesaria», ya que, ha recordado, los datos epidemiológicos están mejorando pero aún hay unas 500 personas ingresadas en camas de críticos en Cataluña.
