viernes, abril 26, 2024
viernes, abril 26, 2024

Biden intenta aunar fuerzas en Occidente para competir con China

El presidente de los Estados Unidos aprovechó sus intervenciones internacionales para retomar el papel de liderazgo de su país

El presidente estadounidense, Joe Biden, intentó este viernes reparar los lazos de su país con Europa y recuperar el ideal de Occidente como adalid y garante de la democracia, al invitar al viejo continente a unirse a Estados Unidos en su «competición estratégica a largo plazo» con China.

A punto de cumplir un mes en el poder, Biden se estrenó en el escenario global al participar en dos foros, la cumbre virtual del G7 y la Conferencia de Seguridad de Múnich, decidido a retomar el papel de liderazgo tradicional de Estados Unidos en Occidente.

«Estados Unidos ha vuelto. La alianza transatlántica ha vuelto. Y no vamos a mirar atrás», dijo Biden en un discurso desde la Casa Blanca ante la conferencia de Múnich, que se celebró en formato virtual.

UN RELATO SOBRE DOS BLOQUES

Biden convirtió su primer discurso sobre política exterior en un relato sobre dos bloques; una división del mundo entre unas democracias más o menos debilitadas, pero dignas de salvar, y unas autocracias en pleno auge, como la de China.

«Estamos en medio de un debate fundamental sobre la dirección de nuestro mundo en el futuro. Es un punto de inflexión», advirtió Biden.

Biden reconoció que la democracia «está bajo asalto» en su país y en Europa, y pidió «defenderla, luchar por ella y fortalecerla», para que no se convierta en una «reliquia de la historia».

El mandatario arremetió contra las relaciones internacionales que se diseñan de forma «transaccional o extractiva», y aseguró en cambio que si la alianza transatlántica ha durado tantas décadas es porque está basada en «valores democráticos comunes».

Con ese argumento, Biden intentó convencer a los europeos -y de paso, a los países con salida al Pacífico- de que se sumen de forma decisiva a una competición con China que para Washington no solo tiene un impacto económico, sino político y social.

«BIENVENIDA» A LA COMPETICIÓN CON CHINA

«Debemos prepararnos juntos para una competición estratégica a largo plazo con China», pidió Biden.

«La competición con China va a ser dura. Eso es lo que espero, y es algo a lo que le doy la bienvenida. Porque creo en el sistema global que Europa y Estados Unidos juntos, con nuestros aliados en el Indopacífico, luchamos tan duro para construir en los últimos 70 años», añadió.

Su mensaje no tendrá fácil encaje en una Unión Europea donde muchos líderes y empresarios quieren estrechar la relación económica y comercial con Pekín, y que en diciembre firmó un acuerdo de inversiones con China que generó un profundo malestar en el equipo de Biden.

La dificultad para abordar ese tema quedó clara cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, evitó hablar sobre China durante su intervención en la misma conferencia poco después de Biden.

Además, Macron insistió en su idea de la «autonomía estratégica» de Europa para reducir su dependencia de las grandes potencias, incluido Estados Unidos; mientras Biden evitaba uno de los temas más espinosos en la relación: la amenaza estadounidense de sanciones por el gasoducto Nordstream 2, que unirá Rusia y Alemania.

Relacionados

spot_img

Colaboradores