Rusia lanza mensajes contradictorios al señalar que la matanza de civiles es un montaje y, al mismo tiempo, culpar a Ucrania de los muertos
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, calificó este domingo en la televisión estadounidense de «genocidio» contra el pueblo ucraniano lo que están haciendo las Fuerzas Armadas rusas en el país, tras el hallazgo de varios cientos de cadáveres en las zonas del norte que hasta ahora ocupaba Rusia.
«Esto es genocidio», dijo Zelenski en directo en una entrevista con el canal CBS. «Es la eliminación de una nación entera y de su gente. Somos ciudadanos de Ucrania y tenemos más de 100 nacionalidades viviendo aquí. Esto es la destrucción y exterminio de todas estas nacionalidades».
El presidente ucraniano explicó que los rusos están «destruyendo y exterminando» Ucrania porque su gente no quiere «dejarse subyugar ante la política» de Moscú.
La retirada de las tropas rusas del norte de la capital ucraniana, Kiev, ha revelado las presuntas ejecuciones sumarias de varios cientos de civiles en el suburbio de Bucha y otras zonas.
También este domingo, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, indicó que los civiles sin vida hallados en las calles de Bucha «tenían las manos atadas a la espalda», tal y como puede verse en las fotografías difundidas por medios internacionales.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) afirmó tener indicios de que el Ejército ruso está cometiendo posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles.
Rusia afirma que todo es una «escenificación»
Sin embargo, Rusia negó este domingo que sus tropas hayan asesinado a civiles en Bucha y sostiene que «las fotos y videos publicados por Kiev son otra provocación».
Moscú no solo ha negado su responsabilidad, sino que ha acusado a Ucrania de haber causado la masacre. Su embajador en Estados Unidos, Anatoli Antonov, ha afirmado que fueron las fuerzas ucranianas quienes abrieron fuego de artillería sobre Bucha y causaron las muertes.
En la misma línea se ha pronunciado el Ministerio de Defensa rusa, que calificó las imágenes difundidas desde Bucha como una «provocación» y señaló que son una «escenificación» dirigida a los medios de comunicación occidentales.
Por su parte, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, aseguró que Occidente «está listo para culpar de todo» a Rusia y que lo ocurrido en Bucha fue una «historia encargada». Asimismo, la alta funcionaria del Kremlin apuntó a que Ucrania pretende «desviar la atención» de las imágenes que se difundieron hace unos días en las que se ve a soldados rusos torturados.
