viernes, marzo 29, 2024
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Visita controvertida de Scholz a Xi: busca el acercamiento con China, pero tampoco escatima en críticas sobre sus divergencias

El presidente alemán pidió a su homólogo chino que ejerza «su influencia» sobre Rusia para parar la guerra en Ucrania

El canciller alemán, Olaf Scholz, mostró este viernes su disposición a cooperar con China pero pidió también a Pekín que ejerza «su influencia» sobre Rusia para parar la guerra en Ucrania, además de sacar a relucir diferencias entre ambos como los desequilibrios comerciales y los derechos humanos. Scholz, el primer líder del G7 que visita China desde el inicio de la pandemia, aterrizó esta mañana en Pekín para una visita de unas once horas que ha tenido lugar íntegramente en un circuito cerrado para prevenir contagios de covid.

Su primera parada fue el Gran Palacio del Pueblo de la capital china para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, lo que le convirtió en el primer mandatario europeo que le ve en persona en más de dos años. En ese encuentro, Xi incidió en la idea de «buscar puntos en común» o en «trabajar juntos» en un contexto de «crecientes turbulencias» a nivel global, según los comunicados oficiales emitidos por las autoridades chinas.

El mandatario chino, que acaba de ser reelegido por el gobernante Partido Comunista para un tercer mandato inédito entre sus predecesores, pidió a Scholz «esfuerzos» para garantizar las cadenas de suministros globales y prevenir interrupciones a nivel energético, financiero o alimentario. Xi agradeció a Scholz la visita, que ha estado envuelta en fuertes controversias, tanto en Alemania como entre algunos de sus aliados internacionales, por considerarse una señal errónea de cara a la necesaria reducción de cualquier tipo de dependencia, como la generada en materia energética con Rusia.

El líder alemán, citado por la Cancillería china, señaló durante el encuentro que «Alemania apoya la globalización y se opone al desacoplamiento» y que su país quiere «seguir profundizando la relación económica y la cooperación comercial con China». Pero puntualizó que también quiere hablar sobre aquellos asuntos «en los que ambas partes tienen puntos de vista inconsistentes».

Divergencias con China

El documento de las autoridades chinas enfatiza que los dos líderes dialogaron sobre la guerra en Ucrania, asunto sobre el que Xi pidió «aunar todos los esfuerzos posibles» para alcanzar una solución «pacífica». «Debemos también prevenir crisis nucleares y oponernos al uso o a la amenaza de usar armas nucleares», aseveró Xi.

Aunque la parte china omitió declaraciones de Scholz sobre la guerra durante este encuentro, en una posterior comparecencia ante los medios junto al primer ministro chino Li Keqiang, con quien también se reunió hoy, el líder alemán exhortó a China a ejercer «su influencia» sobre Rusia para poder poner fin a «la brutal agresión» lanzada por Moscú contra Ucrania. En la comparecencia, sin turno de preguntas, salieron a relucir algunas de esas divergencias a las que se aludió durante la mañana, como cuando el canciller alemán advirtió de que todo «cambio de statu quo» para Taiwán solo puede ocurrir «por la vía pacífica y el diálogo».

Xi aseguró en octubre que aunque busca una «reunificación pacífica» con la isla, «China nunca prometerá renunciar al uso de la fuerza como opción». Taiwán respondió entonces que «no puede haber concesiones» a su «soberanía territorial, independencia y democracia». Asimismo, el líder alemán afirmó haber abordado con sus interlocutores del gigante asiático la defensa de los derechos humanos -otro de los asuntos más sensibles para Pekín- que, dijo, son «universales» y destinados especialmente a proteger a las minorías, en referencia a los supuestos abusos contra los musulmanes uigures y otras minorías étnicas en la región china de Xinjiang.

Los lazos económicos, a examen

Scholz, que ha viajado a China acompañado de una delegación empresarial de su país en la que figuran representantes de firmas como el Deutsche Bank, Siemens o BMW, criticó hoy también el desigual acceso al mercado entre el gigante asiático y la Unión Europea. Subrayó que en los últimos tiempos el comercio con China se ha vuelto «más difícil» para Alemania»: «Esto se refiere al acceso al mercado, muy abierto por parte europea, mientras China excluye muchos sectores. Esto se refiere a la protección de la propiedad intelectual y también a la interrupción de relaciones político-económicas», afirmó.

El dirigente agregó que además se observa que «en China se discuten cada vez más aspiraciones autárquicas donde antes predominaba el intercambio económico» y que «también los objetivos políticos determinan la actividad económica». Scholz subrayó cuán importante es para Alemania «corregir los desequilibrios» en las relaciones comerciales entre ambos países.

Li comentó que los inversores alemanes son «bienvenidos» en China, mientras que Scholz recalcó que las empresas alemanas y europeas deben asegurarse «de una manera más amplia» sus cadenas de suministro y diversificar su abastecimiento de materias primas. El líder alemán también dejó claro que cualquier medida económica contra un miembro de la UE se dirige en definitiva contra todo el mercado interior del bloque y que sanciones contra diputados europeos son «inaceptables». Scholz aludía así a las últimas sanciones que China impuso este año contra la viceministra de Transporte y Comunicaciones de Lituania, Agne Vaiciukeviciute, y la suspensión de intercambios y cooperación en esos ámbitos después de que la funcionaria viajara a Taiwán.

Fuente: Jesús Centeno (EFE)

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