Rafa ganó su partido en su debut en Nueva York y avanza la siguiente ronda del cuarto grand slam del año
Hacía tres años que Rafa Nadal no competía en las pistas de Flushing Meadows y el público de Nueva York estaba deseando volver a ver al mallorquín.
El de Manacor no defraudó y, aunque cedió el primer set ante el australiano Rinky Hijikata, no dudó en ponerse el mono de trabajo para ganar las tres siguientes y mangas y avanzar a segunda ronda del US Open.
Lo hizo, además, con un último punto espectacular en el que Rafa puso en la esquina un derechazo sin apoyos ante el ataque de su rival. El detalle de calidad hizo las delicias del público de la Arthur Ashe, que celebró con júbilo la victoria de uno de los grandes favoritos para el torneo.
Rafa ya ganó el último major de la temporada la última vez que pudo disputarlo, en 2019, y a juzgar por lo visto esta noche ha vuelto con hambre a Nueva York. Nadal ya ha puesto la primera piedra del que sería su vigesimotercer grande. Solo el tiempo dirá si puede llevárselo a su vitrina particular.
