En Israel, sólo los vacunados con tres dosis podrán adquirir el pasaporte sanitario de Covid-19
Israel se ha convertido en el primer país en convertir la tercera dosis en un requisito obligatorio para conseguir el pasaporte de vacunación, una medida que dejará a casi 2 millones de personas sin su «green pass« en los próximos días y que ha suscitado muchas protestas entre la población.
Las personas que hayan recibido dos dosis de la vacuna o que hayan superado el virus podrán adquirir un pase con validez de hasta seis meses para entrar en lugares cerrados en los que se exige el certificado covid.
Ante esta estricta medida, decenas de israelíes se han manifestado en Tel Aviv y en todo el país para protestar por lo que les resulta una «vacunación forzosa». Los manifestantes coindicen en rechazar medidas forzosas que no contemplen la libre elección de las personas, así como poder elegir sobre sus hijos.
La estrategia de vacunación
Israel fue uno los países que implantó un programa de vacunación que levantó la admiración entre el resto de naciones. Pero todo cambió a partir de julio, cuando los contagios aumentaron y a principios de septiembre se notificaban más de 10.000 infecciones diarias a causa de la aparición de la variante Delta.
Para frenar esta propagación, las autoridades decidieron inyectar una dosis de refuerzo e iniciaron una agresiva campaña señalando la disminución de la eficacia de la vacuna en la población.
Actualmente más del 60% de la población de Israel ya ha recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer y casi 3,5 millones de los 9,3 millones de ciudadanos se han aplicado una tercera dosis de refuerzo con la que adquirirán el pasaporte covid. Al ser un requisito indispensable la inoculación de la tercera dosis del suero, dos millones de personas que cuentan con las dos primeras perderán los privilegios que otorga el certificado.
