Los que no consiguieron salir del establecimiento permanecieron encerrados durante casi cuatro horas
El pasado sábado, se vivieron escenas de gran tensión en la ciudad china de Shanghái cuando las autoridades sanitarias clausuraron por la fuerza un establecimiento de Ikea para ponerlo en cuarentena. Al parecer, una persona que se encontraba en la tienda había estado en contacto con un paciente de covid-19, lo que llevó a los funcionarios a cerrar el local.
Las imágenes captaron cómo los clientes trataban desesperadamente de salir del establecimiento antes de que las autoridades cerraran las puertas. Los que no lo consiguieron, informa el The Straits Times, se vieron obligados a permanecer encerrados desde aproximadamente las ocho de la tarde hasta cerca de la medianoche. Después, fueron trasladados a hoteles habilitados para la cuarentena.
Escenas como esta no son nuevas para los 25 millones de habitantes de la ciudad, que ya han vivido numerosos episodios similares y a los que esta primavera se les prohibió abandonar sus hogares durante dos meses por orden las autoridades.
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