Durante la charla que ambos mantuvieron, el presidente parecía preocupado únicamente por la imagen que la historia tendría de él mismo
El escritor Máximo Huerta estuvo este lunes en El Hormiguero y, entre otros asuntos, las últimas horas de su periodo como ministro de Cultura y Deporte. El también periodista formó parte del Gobierno de Pedro Sánchez durante apenas siete días, hasta que presentó su renuncia al conocerse una infracción tributaria doce años antes.
Huerta le relató a Pablo Motos cómo llegó a Moncloa el día de su dimisión y que, una vez allí, le pidieron que aguardara al presidente Sánchez, una espera que se le hizo «eterna». Por fin, entró a entrevistarse con el jefe del Ejecutivo para manifestarle su intención de renunciar. Por su parte, Sánchez, en vez de dedicarle a Huerta una palabra de confianza o de ánimo, le pidió que «se callara» y «empezó a hablar de él, de cómo le vería la historia en el futuro».
En efecto, el presidente parecía muy preocupado por «qué dirían» de él mismo cuando dejase el cargo porque Felipe González, José María Aznar o Mariano Rajoy habían «acabado mal en política». «A mí me daban ganas de decir ‘padre, que estoy hablando yo'», le explicó Huerta al presentador de El Hormiguero, «bajé con unas ganas de dimitir…».
