También se registraron disturbios en Buenos Aires, con enfrentamientos entre aficionados y agentes de policía
Júbilo absoluto en Argentina tras el triunfo de su selección en el Mundial de Qatar. Cerca de cuatro millones de personas se concentraron este martes en la Avenida 9 de Julio de Buenos Aires, cuyo epicentro es el Obelisco, y sus alrededores para celebrar la llegada del equipo capitaneado por Leo Messi, que conquistó en Qatar la tercera estrella para la Albiceleste.
La caravana, sin embargo, dejó un gusto agridulce en los aficionados, quienes vieron cómo los jugadores debieron abandonar el autobús descubierto en que viajaban para completar el recorrido en helicópteros. Sin duda, en el cambio de estrategia pudo influir un incidente acaecido durante el recorrido: dos jóvenes se lanzaron desde uno de los puentes sobre la autopista, uno de los cuales cayó sobre la plataforma donde viajaban los jugadores y otro al suelo.
Además, serios disturbios se registraron en la noche de este martes en los alrededores del Obelisco tras los multitudinarios festejos para recibir a la selección. Los incidentes se registraron cuando la Policía intentó dispersar a hinchas, muchos de ellos alcoholizados, que aún permanecían al pie del Obelisco impidiendo que un grupo de bomberos pudiera acceder al emblemático monumento para intentar bajar a una persona que había subido hasta la cima del hito, con riesgo de caerse desde los 67 metros de altura.
Los hinchas reaccionaron arrojando piedras y botellas a los agentes policiales, quienes, a su vez, intentaron dispersarlos con disparos de municiones de estruendo y balas de goma, según imágenes de la televisión local.
Según medios locales, hay unos veinte detenidos y otros tantos heridos, si bien las autoridades no han confirmado esos datos.
