La expresidenta del país, condenada por corrupción, simuló estar siendo vitoreada por una multitud
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, aseguró este martes ser blanco de una «maniobra» para proscribir políticamente a ella y al peronismo gobernante. La número dos del Gobierno inauguró este martes el polideportivo Diego Maradona en la localidad de Avellaneda, en la periferia sur de Buenos Aires, en el que fue su primer acto público después de que el 6 de diciembre un tribunal oral la condenara por administración fraudulenta a 6 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Pero al margen de sus altisonantes declaraciones, lo que más llamó la atención del acto de la vicepresidenta argentina fue un momento en que Fernández dedicó unos segundos a saludar a una multitud de sus seguidores. El problema llegó cuando la cámara se movió y dejó de enfocar a la Kirchner para captar a los susodichos simpatizantes peronistas… lo que reveló que no había ninguna multitud, sino una carretera y un muro por donde pasaban apenas unos pocos transeúntes que nada parecían tener que ver con el acto político.
La imagen, cómo no, ha sido muy comentada en redes sociales con un reparto de burlas y de críticas al populismo de plástico exhibido por la vicepresidenta argentina.
Los propios periodistas que comentan la imagen tampoco se cortan: «El amor y el cariño de quienes están presentes, demostrando su amor, demostrando su apoyo incondicional», dice con ironía una de ellas. «La sincronía es maravillosa», añade otro, «estorba la multitud».
