La conversación que el árbitro tuvo con el entrenador del Atlético de Madrid nada más consumarse la eliminación en Copa está dando mucho de que hablar en las redes
El derbi de Copa entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid sigue generando muchas reacciones horas después de haber concluido. La remontada del Madrid, que consiguió el pase a semifinales en la prórroga (3-1), decepcionó y mucho a los colchoneros, que han encontrado en el árbitro César Soto Grado al principal objeto de sus críticas.
La actuación del colegiado no gustó ni al club rojiblanco ni a sus aficionados. Así quedó demostrado nada más terminar el partido en el Santiago Bernabéu, cuando el entrenador del Atlético, Diego Pablo Simeone, se dirigió inmediatamente a hablar con Soto Grado. Las explicaciones de este al técnico argentino ya han trascendido, con una frase especialmente sonada.
«El colegiado le dice que con Álvaro (Morata) no pasa nada. Nada. Nada. Le pide calma al Cholo. Calma. Y reconoce que la acción de Militao que deja KO a Morata se la ha comido con patatas», cuentan en Movistar Plus+ mientras enseñan la charla postpartido entre Soto Grado y Simeone. La frase textual del árbitro, con gesto incluido, fue precisamente la que reseñan en el vídeo: «Me la como con patatas».
El tuit con este fragmento audiovisual no ha tardado en llenarse de críticas hacia Soto Grado por parte de la hinchada rojiblanca. La indignación generalizada con el arbitraje ha quedado más que patente.
Sin duda, la decisión de Soto Grado que más enfadó a los aficionados del Atlético de Madrid tuvo por protagonista a Dani Ceballos. En el minuto 70 del encuentro, justo después de haber sido sancionado con tarjeta amarilla, el jugador del Real Madrid realizó una falta en la frontal del área a Lemar, golpeándole la rodilla. La acción quedó impune cuando el futbolista sevillano podría haber visto entonces su segunda amarilla de la noche, con la consiguiente expulsión.
Quien sí terminó expulsado, también para ira de los visitantes, fue Stefan Savic: el montenegrino fue amonestado por partida doble en la prórroga. Derribar a Camavinga en el minuto 99 le llevó a recibir la segunda tarjeta amarilla y, por tanto, la roja. Algo que en el Atlético de Madrid se tomaron con ironía tras lo sucedido con Ceballos minutos antes.
