El partido de Alcaraz contra el brasileño Mateus Alves, al que tenía cerca de eliminar, tuvo que suspenderse por culpa de la lluvia
El tenista español Carlos Alcaraz no pudo concluir su estreno de este martes en el torneo de Río de Janeiro (Brasil), puntuable para la ATP y que se disputa sobre tierra batida, después de que la lluvia obligase a parar y suspender su partido ante el brasileño Mateus Alves, al que tenía cerca de eliminar tras ganar el primer set por 6-4 y dominar el segundo 5-3.
Tras empezar a llover a caudales, Alcaraz se refugió en su banco y, al ver que los jóvenes recogepelotas se estaban mojando a causa de la intensa lluvia en Río, los llamó para que fueran a refugiarse junto con él y, así, no mojarse. Un gesto brillante por parte del joven tenista.
El murciano, primer cabeza de serie en el evento brasileño y defensor del título, se encontró con más problemas de los previstos ante el número 556 del ranking mundial e invitado por los organizadores, que estaba oponiendo mucha resistencia, pero que parecía ya a punto de hincar la rodilla cuando apareció la climatología adversa.
Alcaraz, ganador el pasado domingo en Buenos Aires en su primer torneo en más de cien días de ausencia por lesión, no logró encontrar su mejor ritmo de juego en unas condiciones difíciles por la humedad y el viento, conectando muchos ganadores, pero también cometiendo errores forzados de más.
De hecho, el de El Palmar comenzó el partido con rotura, aunque supo reaccionar para recuperarla al instante ante un rival que demostró tener un poderoso saque que le ayudó bastante, sobre todo cuando pudo jugar con primeros. El español aguantó paciente su oportunidad, que apareció en el séptimo juego para romper de nuevo y, pese a la resistencia del brasileño, defenderla para llevarse el set después de 50 minutos.
Esto no afectó en exceso a Alves que continuó plantando cara al número dos del mundo, que tampoco perdió la compostura pese a seguir intentando encontrar su mejor tenis y que pareció acercarse a la victoria con un nuevo ‘break’ en un juego que parecía tener controlado el sudamericano. Alves aún tuvo energía para recuperar la desventaja en un mal siguiente servicio de su rival, pero volvió a cederlo y Alcaraz se quedó al borde de la segunda ronda, lo que impidió la fuerte lluvia.
