La responsable de Igualdad del Gobierno pintó un panorama desolador e irreal sobre un supuesto odio al colectivo LGTB
La ministra de Igualdad, Irene Montero, protagonizó este viernes unas polémicas declaraciones en las que señalaba que las personas LGTB se juegan en las próximas elecciones del 4 de mayo en Madrid «su día a día», el «poder alquilar un piso» o el «poder ser quienes son en sus centros de trabajo».
Montero pintó un panorama desolador para este colectivo en Madrid, afirmando que se ven obligados a «tener que ocultar» y «vivir con vergüenza» su condición. Todo cuando, España es uno de los países del mundo más tolerantes con las personas LGTB. Según un barómetro publicado por la Comisión Europea en 2019, el 91% de los españoles apoya que las personas gays, lesbianas y bisexuales tengan los mismos derechos que las parejas heterosexuales. Además, el 81% estaría «totalmente cómodo» con un presidente del Gobierno gay, lesbiana o bisexual.
Sentirse «escuchades»
Pero, además, las palabras de la titular de Igualdad han corrido como la pólvora por las redes sociales por el continuo uso de Montero del lenguaje inclusivo, hasta extremos pocas veces vistos.
La ministra de Unidas Podemos habló de «hijo, hija e hije» y de «niño, niña y niñe». Pero no se conformó Montero con usar el género neutro para los sustantivos, sino que lo aplicó también a las conjugaciones verbales. Así, la titular de Igualdad animó a ir a votar a «quienes os ha costado tanto levantar la voz, quienes os ha costado tanto ser escuchados, escuchadas, escuchades«.
