Tras los últimos casos de violencia en Madrid, la portavoz de Vox había pedido a Ayuso que cerrase los centros de menas
El pleno de la Asamblea de Madrid de este jueves ha estado marcado por el enfrentamiento entre los dos socios del Gobierno regional, la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y la líder de Vox, Rocío Monasterio, en este caso por algunos casos de violencia callejera conocidos en los últimos días.
Así, la portavoz del partido verde ha afirmado que «la inmigración ilegal está causando verdadero terror en nuestros barrios» y que los padres están «muy preocupados» porque no saben si sus hijos, cuando salen a la calle, van a cruzarse «con unos de estos que están a machetazos».
En su respuesta, sin embargo, Ayuso no se ha andado con ambages y ha cargado contra la tendencia de Vox a «mezclar» la inmigración y la violencia: «No pierde oportunidad», le ha dicho a Monasterio, «para estar con lo mismo una y otra vez». «La delincuencia no está relacionada con el origen de las personas», ha afirmado la presidenta madrileña.
Ayuso ha explicado que los casos de violencia «son hechos puntuales de inseguridad a manos en este caso de bandas juveniles que son españolas». La mandataria regional ha insistido en que muchas de las personas pertenecientes a bandas latinas y que están involucradas en este tipo de sucesos «son inmigrantes de segunda generación, tan españoles como Abascal, como usted o como yo». Su respuesta ha desatado los aplausos de su bancada y de buena parte del hemiciclo.
Con anterioridad, la portavoz de Vox también había aprovechado para pedir a Ayuso que cerrase los centros de menas, suprimiese las subvenciones a ONGs «que protegen la inmigración ilegal», así como para exhortar a la presidenta a que fuera «firme» y ejerciese «sus competencias, sin echar balones fuera a Sánchez». «Queremos saber si este Gobierno va a ejercer su obligación de proteger a los madrileños. Si no lo va a hacer, cerremos todo esto, que nos cuesta mucho dinero», ha afirmado Monasterio.
Ayuso ha calificado la interpelación de la portavoz de Vox de «pregunta-mitin» y ha insistido en que su Gobierno no tiene competencias de seguridad, sino que estas dependen del Ejecutivo central.
