PSOE y Más Madrid se niegan a condenar los actos violentos hacia líderes de Vox y Ciudadanos como fueron las pedradas en Vallecas y el ataque a Begoña Villacís en las fiestas de San Isidro
Ciudadanos y Vox han sido los protagonistas del pleno del Ayuntamiento de Madrid celebrado el martes. Ante la negativa del PSOE y Más Madrid a condenar los actos violentos y amenazantes hacia líderes de Vox y Ciudadanos, los dos partidos han decidido abandonar el pleno.
Todo comenzó con la propuesta de Vox, defendida por Javier Ortega Smith, pidiendo “solidaridad” con las fuerzas de seguridad del Estado que “sufren los ataques de la ultraizquierda”. Como también, contra los miembros de Vox, como ocurrió en Vallecas con las pedradas hacia Santiago Abascal, por eso, desde Vox piden “depuración de responsabilidades” en el ministerio del Interior.
Por otra parte, Ciudadanos también ha denunciado los actos violentos hacia Begoña Villacís en las fiestas de San Isidro. La vicealcaldesa de Madrid ha llegado a levantarse de la silla ante las palabras de Ramón Silva, concejal socialista, que ha condenado el escrache que recibió Begoña Villacís, pero asegura que, “la señora Villacís en ese momento no estaba en un acto privado con su familia, estaba en un acto mitad institucional, mitad de campaña”, y que los atacantes eran “gente que había sido desahuciada”.
Mar Espinosa (PSOE), antes de concluir la sesión del pleno, ha querido elevar una moción de urgencia por las cartas amenazantes con balas que recibieron algunos integrantes del PSOE y Pablo Iglesias. Ante este hecho, Ciudadanos ha presentado una “enmienda transaccional”, una modificación en el texto para lograr el consenso entre los partidos, donde Villacís pedía en esos momentos “una condena sin paliativos de los episodios de violencia política”, sin importar la ideología de los agresores y agredidos.
Los socialistas han desestimado esta enmienda y, en esos momentos, ha sido cuando Ciudadanos ha decidido abandonar el pleno. Acto seguido, también lo ha hecho Vox. Villacís concluía el pleno asegurando que los socialistas han “traspasado una línea roja”.
